• Por Antonio Méndez

the aliens astronomy for dogs album criticasCrítica

Álbum debut de estos escoceses procedentes de Edimburgo, The Aliens, grupo derivado de los Beta Band que previamente habían salido del anonimato con varios EPs significados por sus propuestas psicodélicas y progresivas 60’s y 70’s, con lugar también para algún sonido funk y el trip hop de su grupo originario.

Sus influencias principales abarcan desde la psicodelia cetrina de los Doors a los Beatles del “Revolver”, pasando por las atmósferas de Pink Floyd, el trip hop de Bristol, la Jimi Hendrix Experience, los Soft Machine, Traffic, el garaje lisérgico de los Chocolate Watchand, o la psicodelia bailable de Madchester de los Stone Roses.




El disco se inicia con “Setting Sun”, una de sus mejores piezas, agitado corte psico-garage con guitarras afiladas y órgano que recuerda a bandas 60’s del estilo tipo Music Machine, Seeds, Count Five, Amboy Dukes, ? & The Mysterians o los citados Chocolate Watchband, por no hablar de Jimi Hendrix, notoria ascendencia en esta primera canción.

Este claro asiento psico-60’s se transforma en la segunda pieza, “Robot Man”, en una melodía disco-funk a lo Sly Stone con ambiente espacial y envolvente sonido con lírica minimalista, aportación pianística, e iteración de coros himno-hipnóticos en un anárquico muro sónico que de nuevo recupera la lisergia en su tramo final.




Si antes decían que eran hombres robot, ahora son desconocidos en este pop psicodélico titulado “I Am The Unknown”, canción de esencias californianas, con plácidas armonías vocales mixturadas con churriguerescas guitarras envueltas en ácido.

the aliens reviewLa herencia de los Byrds y los Beatles se refleja en “Tomorrow”, tema con sonidos de armónica en donde vuelve a brillar su trabajo en armonías vocales, mientras que la danzable “Rox” les muestra a lo Stone Roses y Primal Scream en su faceta más experimental trip hop con sintetizadores juguetones y base en sonidos psico-funk, con musiquilla de videojuegos y simuladores de gaitas e instrumentos orientales.

“Only Waiting” es una curiosa cópula entre Kraftwerk, los Pink Floyd de Syd Barrett y Slade.

Por su parte, “She Don’t Love Me No More” ofrece una melancólica balada con piano, arreglos épico-orquestales y juegos vocales que bien podría aprobar máximas lumbreras pop como Curt Boettcher, Lennon/McCartney o Brian Wilson.




Otros cortes de este primer y notable disco de los Aliens son:

“Glover”, pop de brioso tempo con sonidos de kazoo, de nuevo gracietas con musiquilla de videojuegos, y mezcla entre Kinks y Beatles con florituras en los teclados espaciales a lo Rick Wakeman

“The Happy Song”, canción que trae a la memoria a los Beatles (ahora es el “Magical Mystery Tour”) en un híbrido con el dance-pop-new wave de los Franz Ferdinand.

“Caravan”, con un inicio a lo “Suzy Q”, termina el álbum de forma ambiciosa a través de un extenso viaje psicoprogresivo espacial que evoca a The Nice, Soft Machine o Pink Floyd.