• Por AlohaCriticón

las dos inglesas y el amor cartel poster pelicula

Dirección: François Truffaut.
Intérpretes: Jean-Pierre Léaud, Kika Markham, Stacey Tendeter, Sylvia Marriott.


París, comienzos del siglo XX. Claude Roc (Jean-Pierre Léaud) irá a pasar sus vacaciones con una joven inglesa llamada Ann Brown (Kika Markham).

En el hogar de los Brown, Claude conocerá a la madre (Sylvia Marriott) y a la hermana de Ann, Muriel (Stacey Tendeter), por quien el francés comenzará a sentirse atraído.

Dentro de una de sus habituales vertientes, –que personalmente le fascinaba–, el amor apasionado y libre, Truffaut vuelve a adaptar a la gran pantalla una novela del escritor y amigo Henri-Pierre Roche, como ya hiciera con “Jules y Jim”.

Ahora “Las dos inglesas y el amor” se mueve en un sentido muy similar a la primera en cuanto a su temática, –el escabroso mundo del triangulo amoroso–, pero formalmente, Truffaut ha madurado y se ha olvidado de la “necesidad” de provocación por la que pasaron la mayoría de los directores de la “nouvelle vague” en sus comienzos.

El estilo pretendidamente desenfadado y ya desfasado de la primera entrega deja paso, una década después, a un formalismo más clásico y reposado, que permite al director y al espectador centrarse en el contenido de la historia.

las dos inglesas y el amor critica reviewAmbientada también a principios del siglo XX, Claude, un joven francés, recibe la visita de Anne, una joven estudiante británica. La relación de entendimiento entre ambos hará que el joven le devuelva la visita en la isla, donde conocerá a la hermana menor Muriel.

La amistad y camaradería entre los tres jóvenes, irá derivando en el eterno dilema de las relaciones hombre-mujer. De una forma, llamémosla, contenida, ambas muchachas acabaran enamorándose de Claude y su mundo liberal, a su vez Claude terminará atraído también por las dos hermanas.

La diferencia de carácter entre ellas: Muriel conservadora y puritana, en busca del marido definitivo, y Anne, liberal y abierta a las experiencias del mundo, hará establecer con ambas unas relaciones muy diferentes, pero igualmente profundas.

Con Muriel, el amor será reprimido, tormentoso y destructivo para ambos, con Anne, sin embargo la relación física y plural, (tamizada por el criterio del autor), se comportará como una fuente fundamental de relación con la vida.

Quizás sea en esta adaptación, donde Truffaut acierta de pleno para esgrimir sus teorías sobre las relaciones amorosas y sexuales, que siempre han estado presentes en su obra. Las teorías de la inevitable atracción entre ambos sexos, la correspondiente necesidad de que el amor se materialice físicamente, o la pluralidad de sentimientos y relaciones simultáneas, quedan claramente expuestos, muy similar a “Jules y Jim” pero ahora de una forma más sobria y contundente, lejos de modas formalistas.

Angel Lapresta

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