Dirección: Roland Emmerich.
Intérpretes: Steve Strait, Camilla Belle, Cliff Curtis, Joel Virgel.
Con guión de Roland Emmerich (“2012”, “El Día De Mañana”) y Harald Kloser (“2012”).
Sinopsis
Un joven cazador de mamuts llamado D’Leah (Steve Strait) inicia una aventura liderando a unos guerreros a través de un paraje desconocido. Su intención es liberar a su amada (Camilla Belle) y proteger a su pueblo de la extinción.
Crítica
Aventuras (presuntamente) prehistóricas es lo que oferta esta película producida y dirigida por uno de los más estrepitosos blockbusteros del Hollywood de las últimas décadas, Roland Emmerich, autor de variados productos de explotación destructiva como “Independence Day”, “Godzilla”, “El día de mañana”…
No le falta al film el héroe musculado de blancos dientes (ya gastaban Profidén por la época), el villano malencarado que más que habla farfulla y mira aviesamente a todo lo que le rodea, los místicos de la tribu en conexión mágica, los bichejos gigantes que son puro artificio de ordenador, y la moza de buen ver sin nada más que hacer que lucir palmito como motivación romántica (más bien testicular) tanto de héroe como de villano.
En su desarrollo acompañamos al grupo en misión recorriendo dispares localizaciones (desde paisajes nevados a desiertos áridos pasando por selvas claustrofóbicas…), escuchamos reflexiones pesadas muy seriotas ellas, no carece de declamaciones pomposas en off, ni de las motorizaciones tópicas en torno a actitudes de venganza, manumisión y rescate.
Históricamente la película es un despropósito, con un inadecuado e increíble batiburrilo étnico, y una trama progresivamente desquiciada en donde vale y cabe absolutamente todo con tal de que suene a exótico y multicultural.
Por supuesto, que luzca la pasta con el CGI en perjuicio de la narración cinematográfica y el peso de los personajes.
Ciñéndose al objetivo de escapismo “cegeiero”, como epopeya para zampar palomitas desconectando la neurona tampoco es que sea gran cosa, mezclando de forma plúmbea un sinfín de influencias. En su aspecto estético (y también en rasgos temáticos): “Apocalypto”, el “Conan” de Robert E. Howard, “Braveheart”, “Pathfinder”, “El señor de los anillos”… Por no hablar de la bruja Avería.
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