• Por AlohaCriticón

bailar en la oscuridad movie poster cartel pelicula dancing in the dark
Dirección: Lars Von Trier.
Intérpretes: Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare, Vladica Kostic, Cara Seymour.


Selma Jezkova (Bjork), una amante de los musicales clásicos de Hollywood con una enfermedad que le dejará ciega, viaja desde el este de Europa hasta los Estados Unidos con la intención de mejorar su economía y evitar que su hijo Gene (Vladica Kostic) eluda el mal que puede provocar su ceguera.




Como última parte de una trilogía denominada ‘corazón de oro’, el cineasta danés Lars von Trier trae su última creación, que en cierta parte esta facturada bajo el voto de castidad del movimiento cinematográfico dogma 95. Digo en cierta parte porque a los géneros que pertenece “Bailar en la Oscuridad” bien rompen las más esenciales exigencias para alcanzar la pureza del cine, estipuladas por el dogma: el melodrama y el musical. En efecto, con esta cinta nos topamos con un encuentro entre dos mundos, pueden ser:

1. El dogma y el musical, tan opuestos en su tratamiento que verlos unidos aqui pueden (y han, de hecho) provocado los más opuestos comentarios.

2. La realidad y la fantasía, mismos que, respectivamente, se ven filmados con los otros dos puntos contrastantes que vemos en la historia de “Bailar en la Oscuridad”.



Selma Jezkova (Björk) es una obrera, madre soltera e inmigrante checa en un pueblo costumbrista en los EUA. Trabaja hasta el cansancio con el fin de que su hijo Gene (Vladica Kostic) sea intervenido quirurgicamente para evitar la ceguera hereditaria que de no ser tratada prontamente, sufriría la misma suerte que su madre, quien ya se ha acostumbrado a su mundo de oscuridad.

Pero no así es su mundo interno, donde pueblan las más elaboradas fantasías, directamente inspiradas en los musicales americanos que más ama Selma, y es con estos escapes donde encuentra consuelo a su sórdida realidad, junto con su amiga Kathy (Catherine Deneuve), quien le acompaña a ver estas cintas, ‘donde nada malo puede y jamás sucede’. Tras varios incidentes, selma es despedida de su trabajo, solo para enterarse que quien le alquila la humilde casa rodante donde ella y su hijo viven, Bill (David Morse) le ha robado todos sus ahorros para evitar arruinarse. Tras varios acontecimientos injustos, selma utiliza un arma contra Bill, y desde ese momento su viacrusis empieza para finalizar en un amargo desenlace.


La técnica utilizada por el también creador de “Breaking the waves” (1996), es en apariencia la misma que en dicha cinta y las pertenecientes al dogma, pero es al primer rompimiento musical, salido de la imaginación de Selma, donde estos dos mundos se encuentran.

La vida real es retratada con cámaras digitales, creando una atmósfera de cotidianeidad durante la primera parte de la cinta, y una profunda sórdidez en la segunda. Pero son los números musicales los que dan esos únicos puntos de conciliación entre estos mundos, la realidad y la fantasía, siendo filmados con más de 100 cámaras al mismo tiempo y una fotografía nitida, brillante y que ofrece otro lugar más alegre para la delicada Selma.




La coreografía es inusual y más austera y sin sentido de la estética que hubiese dado un musical norteamericano, pero es el sentido que da a la película la que los hace funcionar. En especial el que ocurre en el tren, titulado “I´ve seen it all”. La música, compuesta por Björk, es entrañable por simple y profunda a la vez, pero no será ese la única aportación que la cantante islandesa regale a esta cinta: ese será ella misma.

Esto por que Björk, quien no tenía idea de como actuar, no hace eso sino ‘vivir’ literalmente su personaje hasta el más sufrido de sus momentos. Es este maravilloso acierto el que hace de “Bailar en la Oscuridad”una cinta visceral y emotiva, que remueve las más tristes respuestas como el repudio de ciertos sectores de la crítica.



No es Björk la única sorpresa en el elenco de Bailar en la oscuridad, ya que también nos topamos a una siempre exquisita Catherine Deneuve, que aún en un papel secundario no deja de sorprender, al igual que David Morse y Peter Stormare, el enamorado no correspondido de selma.

Con todo lo anterior, la Palma de Oro en la 53 edición del festival de Cannes a la mejor película y a la mejor interpretación femenina para Björk, quien fue ella misma y maquilo aun a pesar de distintas opiniones hacia la cinta una ovación por su gran actuación, que vivió bajo la misma cruz la filmación de Bailar en la Oscuridad con la que Selma acepta su destino.

Miguel Torres Quiroga

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Lars Von Trier
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