Dirección: Larry Charles.
Intérpretes: Sacha Baron Cohen, Gustaf Hammarsten, Clifford Bañagale, Josh Meyers.
Con guión de Sacha Baron Cohen (“Borat”), Anthony Hines (“Borat”), Dan Mazer (“Borat”) y Jeff Schaffer (“Eurotrip”, “El Espantatiburones”).
Bruno (Sacha Baron Cohen) es un periodista austríaco homosexual obsesionado por la moda y el culto al cuerpo. Tras perder su estatus estelar en Austria, Bruno viaja a los Estados Unidos con el objetivo de convertirse en famoso.
Después de enviar a los Estados Unidos al cándido reportero “Borat” de Kazajistán, en “Bruno” el británico Sacha Baron Cohen interpretó a un austríaco que también viajaba al país norteamericano con pretensiones de sátira social narradas con un estilo documental y un enfoque absurdo-provocador.
La película es un reciclaje de tonos, estilo y chistes de su anterior personaje adecuados a la condición homosexual del nuevo protagonista.
Parece iniciarse la historia como una sátira al mundo de la moda con un culto frívolo y excesivo a la estética, pero pronto se desvían estas primeras apariencias para mezclar en una serie de sketches irregulares diferentes objetivos con centro en la parodia del ansia de celebridad y una sátira a la homofobia, aspecto al que no ayuda la caricatura estereotipada que realiza Sacha del homosexual, convirtiendo la cinta en una chuscada genital más que en una sátira.
La película tiene partes incisivas e irreverentes, aunque no resulta demasiado graciosa y en ocasiones su desarrollo es un tanto lento, volcándose casi todos sus esfuerzos en la sexualidad explícita y el descoque ridículo y burlesco de su personaje.
Lo más destacado es su espíritu políticamente incorrecto y algunos apuntes paródicos sobre hipocresía social y actitudes demagógicas buenistas significadas en la canción final tipo “We Are The World”.
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