• Por AlohaCriticón


Dirección: Danis Tanovic.
Intérpretes: Emmanuelle Béart, Karin Viard, Marie Gillain, Guillaume Canet.


Sophie (Emmanuelle Béart), Céline (Karin Viard) y Anne (Marie Gillain) son tres hermanas marcadas por un pasado de violencia familiar concluido con el suicidio de su padre, recién salido de prisión y rechazado por su mujer.

Años después de este hecho, las hermanas, que han seguido distintos caminos en sus relaciones personales, podrán superar sus traumas al serles revelado un secreto.

“El Paraíso”, “El Purgatorio” y “El Infierno” forman una trilogía escrita por Krzysztof Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz, artistas en toda la extensión de la palabra que también escribieron los guiones de la espléndida trilogía “Tres colores: Azul, Blanco, Rojo”.

A diferencia de estas últimas películas, la segunda trilogía fue escrita para ser dirigida por “un joven director europeo”, según las propias palabras de Kieslowski.

el-infierno-pelicula-fotoNo hace mucho, el director Tom Tykwer (“Corre, Lola, Corre”) se encargó de la primera parte de la trilogía, “El Paraíso” (“Heaven”). No consiguió demasiada resonancia entre el público y la crítica, así que se decidió guardar las otras dos historias.

Tuvo que ser el director de la afamada cinta “En tierra de nadie”, Danis Tanovic, quien mostrara interés por retomar el proyecto y adaptar “El Purgatorio”. Al final terminó dirigiendo “El Infierno”.

La historia se centra en tres hermanas que se entrelazan, se juntan y se alejan, con un pasado en común que ha marcado el transcurso de su vida, las decisiones que tomaron y las que tendrán que tomar.

El resultado es un drama de mérito que en el texto de Krzysztof Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz no suena nada mal, pero que filtrado por la lente de Danis Tanovic no llega a reflejar más allá de la sombra que podía ofrecer Kieslowski.

El director polaco, una vez inspirado por la obra de Dante Alighieri “La Divina Comedia”, escribió una serie de relatos cuyo destino ha sido incierto, mostrando la incapacidad como cineastas de algunos “jóvenes directores europeos”, cuyo fracaso no se debe precisamente a su decadente habilidad de dirección, sino al excelso modo de ver de Kieslowski, quien ha sido imitado tan acertada como vergonzosamente por Danis Tanovic, creador de una marcada simbología y una imitación artificiosa, que si bien sorprende y seduce en ocasiones, también decepciona y se apaga.

Tanovic opta por una especie de “homenaje” con referencias a la trilogía “Tres colores”. No puedo decir que sean “guiños” cinematográficos, sino más bien señales de humo que se hacen a grandes bocanadas, sin mesura, delicadeza o estilo personal.

El director de “El Infierno” no proyecta su propia voz en toda la cinta, queriendo imitar el tono grave y ocasionalmente agudo de Kieslowski, traduciendo en imágenes un guión que ante mi perspectiva es fuerte, dramático e ingenioso, pero que termina por “verse” bajo una perspectiva gélida que carece de empatía con su público, el cual se ve hipnotizado al pasar los minutos por un estilo pausado y arrullador.

La película no aburre pero tampoco llega a impresionar del todo, pues debiera ser un poema visual (como lo presume la osada fotografía de Laurent Dailland), y termina en un estético cúmulo de fotogramas que no transmite emoción alguna.

Las actrices Emmanuelle Béart, Karin Viard y Marie Gillain, logran una notable actuación que realza el drama femenino evocado en pantalla.

Sin embargo, su final no termina de convencer, seguramente porque Kieslowski falleció antes de culminar esta historia, y fue el mismo Piesiewicz con la asistencia de Agnieszka Liepiec Wròblewska (una completa desconocida) quienes terminaron el guión.

Creo que a muchos nos hubiera apasionado disfrutar esta segunda trilogía por la perspectiva de aquel que la escribió, sin embargo ha sido su intención dejar la oportunidad para alguien más. Una pena que no retengan sus virtudes.

Lucio Rogelio Avila Moreno

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