Dirección: Manuel Iborra.
Intérpretes: Veronica Forqué, Antonio Resines, Alfredo Landa, Concha Velasco.
Retrato de una familia española un tanto atípica de finales de los sesenta y principios de los setenta. La acción de desarrolla en la isla de Ibiza, marco ideal para mostrar la mentalidad de estos personajes poco comunes en la época, durante el verano, tiempo propicio para nuevas experiencias y cambios vitales.
Y esto es realmente lo que sucede durante la película, cambios que marcarán la vida de cada uno de los miembros de la familia, en busca de una felicidad difícil de lograr. Problemas matrimoniales, de identidad sexual, de vocación profesional,…, en boca de unos adolescentes que se enfrentan a la madurez y de unos adultos que pretenden volver a su espíritu adolescente.
Todas las tramas giran en torno a la verdadera cabeza de familia, una Verónica Forqué que ejerce un papel de madre a su medida, y que se verá implicada, directa o indirectamente en los problemas de su matrimonio y el de cada uno de sus hijos.
Muy buenas interpretaciones, especialmente la de Pepón Nieto, con diálogos frescos en los que los personajes dicen en voz alta lo que en muchas ocasiones se piensa pero no se tiene el valor para decir, con unos caracteres bien definidos y desarrollados a lo largo del film.
Esta película, a mitad de camino entre la comedia inteligente y el drama vital, está acompañada de la luz del sol ibicenco, los colores y la música de la fase más álgida del movimiento hippy.
Se hace evidente la complicidad entre el director, Manuel Iborra, y los personajes, viejos conocidos de la magnífica serie “Pepa y Pepe”. Una bonita película que debería haber tenido más repercusión.
Fernando R.
Fichas en AlohaCriticón