• Por AlohaCriticón

ELLA ES EL PARTIDO (2008)

Dirección: George Clooney.

Intérpretes: George Clooney, Renée Zellwegger, John Krasinsky, Jonathan Price.

Con guión de Duncan Brantley y Rick Reilly.

Años 20. Dodge Connolly (George Clooney) quiere revitalizar su equipo de fútbol americano en crisis contratando a Carter “Bala” Rutherford (John Krasinsky), una estrella del fútbol universitario y héroe de la Primera Guerra Mundial al enfrentarse en solitario contra varios soldados alemanes. Este hecho heróico será investigado por una periodista llamada Lexie Littleton (Renée Zellweger).

Después de rodar varias películas de corte sociopolítico-biográfico de más o menos buen ver, la tercera entrega en la dirección de George Clooney es esta ramplona comedia dramática romántica y deportiva con referencias al “Sargento York” de Howard Hawks.

Al igual que las anteriores entregas, al Clooney director (hasta la fecha), no le interesa demasiado su contexto temporal, ya que se ha retrotraído en todas sus historias como director a décadas pasadas.ella es el partido fotos

En “Ella es el partido”, melifluo título en español para el “Leatherheads” original, Clooney nos traslada a unos felices años 20 (por lo menos antes del crack) tintados por Clooney y Newton Thomas Siegel de sepia, para remachar su esencia de época (con toques nostálgicos), y por ser su referencia estética principal las fotografías del período.

Tal referencia en imágenes luce con éxito en la pantalla, recogiendo el ambiente con estilo y sin demasiada concesión al preciosismo.

También las mañas de la época se advierten en el montaje, con titulares de periódico y fotografías en un concatenado temporal, además de los diálogos, no demasiado brillantes pero rápidos en algún tramo de la historia, y ecos fílmico-bélicos de King Vidor o Lewis Milestone.

ella es el partidoLamentablemente, la trama y los personajes resultan muy insuficientes. El interés romántico no tiene nada de interesante, el humor no destaca por su ingenio, y asuntos más “profundos-profundismos”, como el aspecto mediático de la estrella, la diferencia entre mito y realidad, o el encorsetamiento de las reglas que limitan el espectáculo, son tratados de forma escasa.

En cuanto a personajes e interpretaciones. John Krasinski es un descolorido tercer vértice del triángulo principal formado; Clooney, bromeando de forma regular con su edad madura, pretende (sin conseguirlo) dar el tipo cínico-amable de algunos galanes clásicos (Cary Grant, Clark Gable…); y Renée Zellwegger, como periodista con personalidad en un escenario hombruno, intentar acercarse a la gran Barbara Stanwyck pero se queda en una Priscilla Lane, y encima de serie B.

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