• Por AlohaCriticón

ELLIE PARKER (2005)

Dirección: Scott Coffey.

Intérpretes: Naomi Watts, Greg Feitas, Jennifer Syme, Gaye Pope.

Ellie Parker (Naomi Watts) es una actriz de mediana edad a la que le cuesta conseguir papeles que nunca le satisfacen. Su novio (Mark Pellegrino) es un guitarrista en paro, absolutamente vago y aprovechado, mientras que su única amiga parece ser mejor actriz que ella. ¿Qué ocurre entonces con Ellie?… Tiene un gran problema, no sabe quién ser, ni mucho menos qué hacer con su carrera.

Me pareció casi una obligación comenzar a escribir esta crítica, ya que al no haber llegado a los cines, dicho por Scott Coffey, la única manera de poder expandir el conocimiento de esta película es a través de los cauces no usuales.

Realmente es una verdadera pena que no se le haya tomado en cuenta para ningún certamen de premios, excepto en su versión de cortometraje realizada en 2001 que fue presentada en el Sundance Festival.

Creo que esta película casi olvidada de Scott Coffey puede convertirse con el tiempo en una cinta de culto partiendo de su experimentación.

Lejos de quedarse en las ñoñerías de un melodrama que podría haber sido el que una mujer no supiera encontrarse a si misma, en el film se cuenta la historia de una mujer que pretendiendo ser otra se da cuenta de quien es realmente.

Con una gran actuación de Naomi Watts (en uno de sus mejores papeles) se nos muestra una joven sometida a la implacable industria de Hollywood, la cual no parece dispuesta a detenerse hasta llegar a la máxima alienación.

¿Saben los actores a la picadora de carne que se someten cada vez que firman un contrato? ¿Saben los actores que son marionetas dentro y fuera de la pantalla? Sí, lo saben. Y por ello se hace más difícil seguir adelante sin explotar.

Eso, sumado a sus vidas reales y su rutina cotidiana, termina por dividirles el razonamiento. Hacerles creer que no son nadie. Y si algo que es seguro, es que Ellie Parker es alguien, un ser humano real, de carne y hueso.

El mayor error de esta producción independiente es que se le fue de las manos el control de la historia, desembocando en un final tan abierto que nos hace preguntar “¿le ha quedado grande este guión a Scott Coffey?”. La decepcionante respuesta es que él lo ha escrito… y sin un final.

Mariano Tomás Masci Viú

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