• Por Antonio Méndez

genghis khan poster cartel
Dirección: Henry Levin.
Intérpretes: Omar Sharif, Stephen Boyd, Françoise Dorleac, James Mason.

Sinopsis

Siglo XIII.
Temujin (Carlo Cura/Omar Sharif) sufrió el asesinato de su padre por parte del líder mongol de otra tribu, Jamuga (Stephen Boyd).
El propio Temujin, hecho prisionero, fue condenado a portar un yugo hasta su fuga y conversión en un líder con el objetivo de unir a las tribus de Mongolia.

Crítica



Producida por el aparatoso Irving Allen, esta película ambientada en la gestación del Imperio Mongol destaca por su espléndido reparto.

Una lástima que las caracterizaciones, muy poco creíbles (solo hay que ver a James Mason o a Robert Morley), no estén a la altura.

genghis-khan-critica-reviewMás allá de eso, la trama es más lánguida que excitante, y posee un enfoque simple en su retrato trivial de malos y buenos con claves básicas de venganza, lealtad, traición…

Para la inclusión de un personaje femenino, se añade el aspecto amoroso de rigor para la romántica del héroe, con la creación de un triángulo que acentúa la disputa entre los protagonistas y conlleva la grata intervención de Françoise Dorleac (hermana de Catherine Deneuve)

No están mal las localizaciones en Tehnicolor y algunos momentos de batalla dentro de una épica histórica menor.

Fichas en AlohaCriticón

Omar Sharif
Stephen Boyd
Françoise Dorleac
Telly Savalas
James Mason
Woody Strode


gengis-khan-critica-reviewComienzos del siglo XIII.
Un joven mongol llamado Temujin (Omar Sharif) terminará, tras unificar los diferentes clanes de los mongoles, convertido en el poderoso Genghis Khan, dirigente de un vasto imperio en lucha contra su enemigo Jamuga (Stephen Boyd), quien le había sometido a la esclavitud durante su infancia.

A esta horrible “superproducción” le faltan dos de los elementos principales que debe tener una película de este tipo: presupuesto, y una dirección lo suficientemente consistente que lleve el proyecto a buen puerto.

Esto no es lo único de lo que el film carece, pero otras de sus (múltiples) deficiencias se habrían podido solucionar si detrás de las cámaras hubiera estado la mano de algún buen director que hubiera sabido planificar mejor la película, aun disponiendo de pocos recursos.




Porque Henry Levin, en vez de intentar ocultar los defectos de producción se dedica a mostrarlos como si no existieran, y en el único momento de la película donde se intenta arreglarlo, se recurre a un truco de montaje mediante el cual se omiten algunas batallas.

El problema es que ese momento no está bien elegido, es justo al final, donde se debía crear mayor tensión dramática, que queda totalmente eliminada por culpa de este truco de montaje, que (por otra parte) es pésimo durante toda la película.

Se alargan demasiado escenas que no lo necesitan, y otras se atropellan para pasar rápido a otro asunto; resultando de todo ello una ausencia de tempo narrativo que afecta seriamente al conjunto.

La única parte medianamente aceptable (en general) es la central, donde lo más destacable es la dirección artística y donde el resto de elementos mejoran bastante, aunque no por mucho tiempo.

Pocos minutos después todo vuelve a caer en la puerilidad y la mediocridad de antes (escenas mal rodadas, diálogos de pretenciosa intención épica, nula por otra parte, que sin embargo están vacíos; decorados bastante desafortunados, etc…)


Ni siquiera Omar Sharif puede salvar el desaguisado, a pesar de sus esfuerzos; ya que los actores que le rodean (quizás por lo mal dirigidos que están, quizás por el guión) resultan realmente patéticos en sus papeles, y el espectador se pregunta qué pintan en una película como ésta actores de la talla de Stephen Boyd o el propio Sharif (lo mejor de la película, aunque no es una de sus mejores actuaciones).

En resumidas cuentas, “Genghis Khan” constituye un punto negro en la historia del cine épico que más vale olvidar.

Wishi

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