Dirección: Douglas Sirk.
Interpretación: Lana Turner, John Gavin, Juanita Moore, Sandra Dee.
Película basada en una novela de Fannie Hurst (“Imitación De La Vida”, Ediciones G. P.). Con guión de Eleanore Griffin (“Sólo Los Ángeles Tienen Alas”, “Forja De Hombres”) y Allan Scott (“Sombrero De Copa”, “Sigamos La Flota”). Con producción de Ross Hunter.
Sinopsis
Lora Meredith (Lana Turner), una actriz viuda en paro vive con su hija (Sandra Dee) en la ciudad de Nueva York. Un día conoce de casualidad en una playa a Annie, una mujer de raza negra (Juanita Moore) y su hija mulata Sarah Jane (Susan Kohner) que terminarán trabajando para ella.
Crítica
Los conflictos familiares centrados en la figura de Sarah Jane (Susan Kohner), con su tozuda negativa a aceptar a su madre y a su raza (lo que no esconde una terrible, real e injusta problemática social), junto a los avatares laborales y sentimentales de Lora (Lana Turner), son los fundamentos de una película redonda que supuso una espléndida despedida como director de Douglas Sirk.
“Imitación a La Vida” es un magistral ejercicio melodramático de uno de los grandes artistas del género, el citado director de origen alemán, que compone con elaborada puesta en escena e intensidad emocional una historia de mensaje antirracista adaptando una conocida novela de Fannie Hurst, libroque, con anterioridad, había sido llevado al cine con notables resultados por otro destacado autor de melodramas: John M. Stahl.
La sensibilidad que contienen las imágenes y su progresión dramática salvan el carácter folletinesco del relato, sobre todo por la hábil narración de Sirk, mostrando talento para el retrato de personajes y para penetrar emocionalmente en las situaciones que los mismos protagonizan.
Un guión de interés, unas interpretaciones estupendas (con una Juanita Moore inolvidable y una magnífica Susan Kohner), una estilizada ambientación, y una fotografía en Eastmancolor con influencia pictórica empleada como acentuación psicológica, obra de uno de los mejores operadores de todos los tiempos, Russell Metty, conforman una cinta memorable que ejemplifica la manera idónea de abordar este tipo de proyectos melodramáticos.
Es destacable, asimismo, mencionar la aparición de la fenomenal cantante de gospel Mahalia Jackson, quien nos deleita con su magnífica voz.
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