Dirección: Chuck Russell.
Intérpretes: Kim Basinger, Jimmy Smits, Holliston Coleman, Rufus Sewell.
Con guión de Clifford Green (“La Séptima Profecía”), Ellen Green (“Tres Deseos”) y Thomas Rickman (“Quiero Ser Libre”).
Sinopsis
Cody (Holliston Coleman) es una joven con poderes sobrenaturales que es secuestrada por una secta satánica.
Su tía Maggie O’Connor (Kim Basinger), enfermera en un hospital de Nueva York, intentará liberarla.
Crítica
Kim Basinger acumulando bodrio tras bodrio, en este caso un film basado en una novela de Cathy Cash Spellman.
Después de la infumable “Soñé Con África”, la rubia estrella regresa con un refrito de terror, uno de los numerosos thrillers de temática sobrenatural surgidos a la estela del éxito “El Sexto Sentido”.
Lo que ocurre es que en el título citado existía un hombre detrás (M. Night Shyamalan) que conoce a la perfección como utilizar los resortes visuales que necesita el suspense (que pena que “El Protegido” sea un film tan desestructurado porque posee muchas virtudes), un estupendo guión con un final que cierra la trama dando coherencia a su conjunto (todo lo contrario que en “El Protegido” que tiene un giro final ambiguo y abrupto que abre la materia abordada hacia otros confines presuntamente desarrollados en siguientes películas) y la actuación de un estupendo actor infantil.
Aquí, el hombre detrás de la cámara es Chuck Russell (“La Máscara”), un realizador mediocre que se encuentra a años luz del talento de Shyamalan y que rara vez hace despegar el film de los lugares comunes más trillados del género, y siempre gracias al efectismo gratuito.
El guión, que desarrolla las desventuras de Maggie O’Connor (Basinger) en busca de su sobrina atrapada por una secta satánica resulta muy pobre en un desarrollo con grandes oquedades y aspectos estériles.
Por otra parte, el villano -un personaje importantísimo en el mundo del cine de suspense y terror- es ciertamente insoportable, sin ningún tipo de carisma.
Esta crítica al peligroso mundo sectario no aporta nada, ni al tema que emprende ni, mucho menos, al arte cinematográfico, haciendo bien poco por el resurgir comercial de la carrera de Kim Basinger, que la pobre, hace lo que puede….
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