• Por Antonio Méndez

los ojos del mal cartel criticaDirección: Gregory Dark.
Intérpretes: Kane, Christine Vidal, Michael J. Pagan, Samantha Noble.

Con guión de Dan Madigan.

Sinopsis

Ocho jóvenes delincuentes son enviados por la justicia a un hotel abandonado que tienen que reformar como medio para reeducar su conducta y reducir sus condenas.
En el lugar se toparan con un legendario asesino que secuestra a una de las adolescentes después de asesinar a varios de sus compañeros y sus cuidadores. Los demás miembros del grupo intentarán liberarla y acabar con el criminal.

Crítica

Enésima historia con asesino traumatizado en su infancia que no deja títere con cabeza (aquí sin ojos) entre los jóvenes y menos jóvenes que aparecen en la escasa hora y quince minutos que dura esta película de psicópata con título de excelente canción del grupo Television (“See No Evil”).


los ojos del malComo origen de los instintos criminales del pobre desgraciado se nos instruye a base de flashbacks sobre la perniciosa educación de su madre, una enajenada fanática religiosa que encerraba a su hijo en jaulas en su niñez y le encomendó la labor de depurar los males de la sociedad a base de descuartizar al personal y coleccionar ojos.
Toda esta relación materno-filial expuesta en una faceta tan extrema como caricaturesca.

Las víctimas, además de varios funcionarios policiales y de prisiones, son un grupo de jóvenes delincuentes que parecen salir más de la discoteca que de la cárcel, destacando las presencias físicas de Samantha Noble y Rachael Taylor, a quien el móvil le va a resultar más caro de lo que ya realmente es (lo que ya es mucho, mucho decir).


see no evil maligno fotosEl afán de reeducación y redención en un caserón apartado y mugriento, y las alegrías de ligoteo y demás contacto social entre los muchachotes, se verán alteradas por la presencia oculta de este infortunado hombre que sufrió desde su infancia los dañosos procederes educacionales de su desequilibrada madre, y que ahora hace sufrir a los demás.

Para adornar la absoluta derivación en todos los elementos que conforman la conocida historia de asesino con serie concatenada de muertes en escenarios pringosos y claustrofóbicos, a la película no le faltan zooms descocados, desenfoques, fases de terror sádico, coros fantasmales de niños, contrastes lumínicos, algún coqueteo sexual muy tibio, imaginería religiosa, cámara rápida…

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Rachael Taylor