• Por AlohaCriticón

mi pie izquierdo cartelDirección: Jim Sheridan.
Intérpretes: Daniel Day-Lewis, Brenda Fricker, Alison Whelan, Kirsten Sheridan.


Recorrido biográfico del talentoso Christy Brown (Daniel Day-Lewis), escritor y pintor nacido en Dublín (Irlanda) y tristemente aquejado por una parálisis cerebral. El triunfo de la perseverancia y la fe de Brown y sus familiares contribuyeron sin duda al renacer mental de este, a pesar de su terrible padecimiento.

Brillante biopic, de la mano de uno de los directores y guionistas irlandeses mas prolíficos y exitosos de los últimos tiempos. Jim Sheridan toma el libro autobiográfico “My Left Foot” y lo conjuga en este agridulce film que relata los primeros años de vida de su excéntrico autor.




De manera fiel, se retrata la vida del artista irlandés en una historia no exenta de momentos divertidos que no sólo sirven para hacer mas “liviano” el film, sino para recrear sin lamentos ni sollozos fáciles o de escasa profundidad (como se suele hacer en la mayoría de cintas que repasen la vida de intelectuales o famosos) las peripecias de este fascinante personaje interpretado también de forma fascinante por Daniel Day-Lewis. No en vano la cinta tuvo un reconocimiento a Brenda Fricker y a Daniel Day-Lewis por sus memorables encarnaciones, aunque esta no es la única prueba de la grandeza de un film perfectamente ejecutado mire por donde se mire.

Pierluigi Puccini


mi piez izquierdo daniel day lewisEl irlandés Jim Sheridan, debuta como director, a finales de los ochenta y ya con cuarenta años, con el film “Mi pie izquierdo”, basado en la biografía del pintor y escritor Christy Brown.

Después de una intensa actividad teatral y un corto periplo americano Sheridan se decantará definitivamente por el cine de su país, es más, tomando partido abiertamente por el postulado católico pro irlandés. Aunque en este caso, en su primer film, su afinidad política con un pueblo que se negó a ser el pariente pobre del imperio, quede relegada a una lectura entre líneas.

Especulaciones sociopolíticas aparte, –que deberán refrendarse junto con el resto de la obra del director–, el film recoge la evolución de un muchacho con una grave minusvalía a causa de una parálisis cerebral, que solamente le permitirá utilizar su pie izquierdo. A partir de aquí, desarrollará como compensación, una gran capacidad intelectual, que lo convertirá en un reconocido artista, y como no, tópico modelo de superación.
Pero el film, y su personaje, sobre todo, no persiguen únicamente el ejemplarizar el esfuerzo y el afán de superación, esto es algo simplemente necesario e innato para una persona con discapacidad, y el mérito desde este punto de vista es solo el inevitable.




La profundidad en el relato del pintor, se produce al lamentar el estado de soledad y condescendiente marginación en el que queda, tras las actitudes de caridad con las que estará condenado a conformarse.
Afortunadamente para algunas personas en esta situación, a menudo, surge esa figura que sin importar las dificultades, acepta la realidad sin compasiones, compartiendo su vida con la persona sin más adjetivos, simplemente con unas peculiaridades que no vienen en la lista socialmente aceptada.

Como un acierto se puede tomar la eliminación por parte del director, del componente religioso de la autobiografía, un componente que aunque suponemos cierto, hubiera derivado la historia hacia unos derroteros dogmáticos poco convincentes.

Angel Lapresta

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