Dirección: Richard LaGravenese.
Intérpretes: Hilary Swank, Gerard Butler, Lisa Kudrow, Gina Gershon.
Película basada en una novela de Cecelia Ahern.
Con guión de Richard LaGravenese (“Diarios De La Calle”, “Agua Para Elefantes”) y Steven Rogers (“Kate & Leopold”, “Quédate A Mi Lado”).
Sinopsis
Holly (Hilary Swank) ve destrozada su felicidad cuando fallece su marido Gerry (Gerard Butler), quien ha dejado una cinta grabada y varias cartas que Holly recibe de diferentes maneras.
Estas cartas, terminadas todas con una posdata de “Te Quiero”, servirán a Holly como apoyo para encauzar su nueva vida sin su esposo.
Crítica
Después de dirigirla en el drama escolar-social “Diarios De La Calle”, Richard LaGravenese volvió a contar con el protagonismo de Hilary Swank para este pasable film romántico basado en una novela de la joven irlandesa Cecelia Ahern.
La nacionalidad de Ahern (hija de Bertie Ahern, quien fuera primer ministro de su país), es significativa a lo largo de toda esta historia de recuerdo amoroso y renacer vital con momentos para el drama y para la comedia.
La película se inicia con un prólogo de cotidianeidad de pareja, con discusiones varias y la reconciliación prevista (los amores reñidos ya se sabe…).
Planos medios de los personajes ubicados en su apartamento, cortos de besitos y abrazos y créditos.
El film, abatido en el aspecto esencial de la pérdida que motoriza la trama con flashbacks que recalcan un sentir de dependencia emocional, posee un tono agridulce y optimista, aportado por la presencia de secundarios amistososos y familiares, y manifestado en la esperada y complaciente consumación de resurrección tras un lógico momento de pesar después de la pérdida de un ser querido.
Las escenarios creados no es que sean originales (que si canto y me emociono en el karaoke, que si hago lucir los paisajes verdosos de Irlanda y me encuentro con mis suegros, que si en cualquier situación se me aparece la imagen de mi difunto marido…) pero, partiendo de la base literaria y el eje sentimental de la historia, son naturales y casi exigibles.
Al margen de la rutina de la trama con encantadores intercambios de sonrisas blancuzcas entre la pareja protagonista con trasfondo de campiña irlandesa, y salpicada por variadas canciones (desde los Pogues a James Blunt), los cinéfilos podran contemplar a Bette Davis en un par de ocasiones, ya que el personaje de Hilary es fan de la gran actriz estadounidense y está encantada de ver desde la cama películas como “Jezabel” o “La Extraña Pasajera” (qué zapatos más elegantes, por Dios).
También Swank canta a Prince en el karaoke y a Judy Garland en plan “Ha nacido una estrella”… “Even since this world began, there is nothing sadder than a one-man woman looking for the man that got away…”.
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