• Por Antonio Méndez

salo pasolini cartel criticaDirección: Pier Paolo Pasolini.
Intérpretes: Paolo Bonacelli, Giorgio Cataldi, Umberto P. Quintavalle, Aldo Valletti.

Con guión de Sergio Citti (“La Caseta De La Risa”) y Pier Paolo Pasolini (“Los Cuentos De Canterbury”).

Sinopsis

En la localidad italiana de Saló un grupo de fascistas secuestra a varios adolescentes de ambos sexos para llevarlos a un palacio apartado, en donde les someten a una serie de torturas y vejaciones sexuales.

Crítica

salo-pasolini-critica-fotosPasolini, poco antes de morir asesinado (presuntamente por un chapero llamado Pino Pelosi), dirigió este film erótico, uno de los más polémicos que ha conocido la historia del cine.

La película adaptó al marqués de Sade con ambientación en los años 40 bajo dominación fascista, movimiento totalitario criticado por el autor italiano con esta alegoría de dominación brutal que convoca a las enviciadas fuerzas vivas del lugar para cometer todo tipo de tropelías depravadas con varios jóvenes.

Las exhibiciones de tales actos son muy explícitas a través de una farsa sexual-escatológica con personajes grotescos, maltratos extremos que convierten a las víctimas en perros, coprofagia (los come-mierda realmente ingieren chocolate y mermelada), lluvia dorada, sodomizaciones, concursos de culos, travestismo, prácticas de masturbación…
A tal reunión también acuden unas maduras prostitutas en plan cuenta-cuentos que relatan varias historias eróticas adornadas con sonidos de piano.

Al margen de su intención metafórica con crítica a las autoridades perversas que humillan a sus súbditos, la película no deja de ser una semi-aburrida utilización-explotación morbosa de diferentes variantes de dominación personal


salo-criticas-sodoma-reviewParticular adaptación al celuloide de los textos del Marqués de Sade.
En la Italia de Mussolini un grupo de jóvenes es secuestrado con el fin de satisfacer los oscuros deseos sexuales de unos cuantos fascistas.

Prohibida en numerosos países, fue estrenada en 1975 tras la muerte de su polémico director, una de las figuras más influyentes del cine italiano que desarrolló su obra entre los años 60 y 70 y de las cuales podemos destacar grandes películas como “El evangelio según San Mateo”(1964) o “El Decamerón” (1971) entre otras.

La primera palabra que se me viene a la cabeza al recordar las imágenes de esta película es “impactante”. Pier Paolo Pasolini nos ofrece en esta obra casi dos horas de escenas espeluznantes y, porque no decirlo, repugnantes, que no dejarán indiferente a nadie tras su visionado. Violaciones, torturas, ejecuciones, y un sinfín de atrocidades, entre las cuales me impactó profundamente la del banquete con heces como plato principal. Pero, ¿hay algo más tras estas crudas imágenes? La respuesta es sí. Una fortísima influencia de la filosofía de Nietzsche (al igual que en las ideas fascistas) impregna toda la película. En la mansión donde se desarrolla la acción los esclavos sexuales tienen prohibido cualquier tipo de manifestación de carácter religioso, siendo esta penada con la muerte. Dios ha muerto, los fascistas han tomado su trono y se erigen como superhombres sobre el resto de los seres, sintiéndose con derecho a usarlos para satisfacer sus deseos. No obstante, estos deseos son inmorales y abominables, de la cual deducimos que poder absoluto otorga libertad total sobre el resto de hombres, lo cual desemboca en decadencia moral. Aquellos que además conozcan los textos del Marque de Sade reconocerán los discursos del mismo sobre el genocidio del pueblo perpetrado por el poder en nombre del desarrollo llevados hasta sus últimas consecuencias.

Todo esto se encuentra aderezado con una fotografía de localizaciones interiores bastante buena, que convierte a la mansión donde se desarrollan los hechos en un templo de depravación, y una banda sonora obra de Ennio Morricone que resulta inferior comparada con otras de sus creaciones.

Saló, ¿film de carga filosófica o simple depravación visual?. En mi opinión lo primero, pero considero que Pasoloni se recrea enfermizamente en muchas de las escenas y diálogos, creando un ambiente demasiado angustioso y desagradable. Si quieren salir de dudas les recomiendo que la vean y que se atrevan a situarse a uno de los lados de esa delgada línea que en esta ocasión separa el arte de lo obsceno.

Pablo Suarez A.