Dirección: Rob Minkoff.
Intérpretes: Geena Davis, Hugh Laurie, Jonathan Lipnicki, Juylia Sweeney.
Película basada en un libro de E. B. White.
Con guión de Greg Brooker y Michael N. Shyamalan (“El Sexto Sentido”, “El Protegido”).
Sinopsis
Un matrimonio modelo decide adoptar a un nuevo miembro para su familia que haga compañía a su solitario y vacío hijito.
En el orfelinato al que acuden darán con lo que buscaban, un afable, cariñoso y delicado expósito que cuenta con una inusual característica: su condición de roedor.
Crítica
Las películas enfocadas primordialmente hacia un público infantil son, en muchos casos, producciones disfrutables por un personal más medrado que, no en pocas ocasiones, sale más satisfechos de la sala que los propios chiquillos, sea por el valor de su trama o por algún sibilino y ácido mensaje subliminal perceptible por mentes más pérfidas que las de un tierno y menudo niño.
No ocurre esto en “Stuart Little”, un film menor para consumo exclusivo de los más pequeños.
Las tribulaciones entre el ratón, los felinos y unos humanos flojamente dibujados, caricaturescos y desprovistos de encanto son la tediosa base de una historia escrita por el artífice de la destacable “El Sexto Sentido”, M. Night Shyalaman, al alimón con Gregory J. Brooker y basada en un cuento de E. B. White.
Lo mejor de la película es el ambiente casi surrealista que envuelve a la adopción del ratoncito y su posterior adaptación familiar, hecho que los distintos personajes neoyorquinos que atienden a Stuart parecen ver como algo sorprendentemente corriente y normal.
También son destacables los efectos digitales que se emplean y que sirven para crear una real y efectiva interacción entre los actores de carne y hueso.
Estupendos efectos.
Al margen de ello, su narración carece de chispa por parte de un realizador que lo que tendría que hacer era volver a sus quehaceres animados.
Las situaciones poco cómicas y su lánguido argumento son puntos flacos para un título que cuenta con otro lastre añadido en la versión doblada en España: la voz del ubicuo Emilio Aragón como el sensible roedor.
“Stuart Little”…
Una pelicula para niños, muy, muy niños, en la que se destaca y se prioriza el valor de la familia como valor fundamental en la vida de una persona.
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