Dirección: Wes Craven.
Intérpretes: Rachel McAdams, Cillian Murphy, Brian Cox, Jayma Mays.
Con guión de Carl Ellsworth (“Disturbia”, “La Última Casa A La Izquierda”) y Dan Foos.
Sinopsis
A Lisa Reisert (Rachel McAdams) nunca le gustó volar pero la presencia de Jackson (Cillian Murphy) a su lado le tranquiliza. Lo ha conocido antes de coger el avión y le parece encantador. Todas son apariencias porque cuando despegan Jackson le confiesa que va a asesinar al Secretario General de Seguridad y necesita su ayuda. Si se niega a colaborar con él, su cómplice asesinará a su padre.
Crítica
Wes Craven aparcando sus usuales incursiones en el género del terror (últimamente adolescente tras sus inicios gore con colinas de ojos y similares) para contarnos una historia de intriga y suspense en un escenario limitado y propicio para zozobrar al más pintado, especialmente si se tiene fobia a los traslados aéreos.
El resultado, titulado originalmente “Red Eye”, es un thriller bastante correcto porque cumple con crear y mantener la tensión en un desarrollo de situación claustrofóbica con tono amenazador.
El guión de Carl Ellsworth (guionista de series televisivas como “Xena” o “Buffy, La Cazavampiros”) junto a la experta perspectiva de Craven proporcionan el suficiente sustento para que el relato, sencillo, directo, escapista, predecible, sin pretensiones ni complicaciones, se manifieste, tras la concisa presentación de personajes, con un artesanal estilo visual y un suspense psicológico de huella hitchcockiana, envolviendo a una mujer con un hombre aparentemente cortés antes del trasvase hacia su lado oscuro (Cary Grant en “Sospecha”, Joseph Cotten en “La Sombra De Una Duda”…), y manifestando también el sentido del humor con que el maestro inglés solía atemperar sus momentos más tirantes.
Rachel McAdams demuestra que es una emergente actriz hollywoodiense que aúna buena presencia física con talento, y Cillian Murphy, visto recientemente en “Batman Begins”, cumple en su papel de villano de la trama.
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