Dirección: Kike Maíllo.
Intérpretes: Daniel Brühl, Marta Etura, Alberto Ammann, Claudia Vega.
Con guión de Sergi Belbel (“Caricias”, “Morir (o No)”), Cristina Clemente (“Blog”), Martí Roca y Aintza Serra (“Blog”).
Sinopsis
Alex (Daniel Brühl) es un ingeniero cibernético que vuelve a su lugar de nacimiento, Santa Irene, para intentar construir un robot.
Después de diez años de ausencia, Alex se reencuentra con su hermano David (Alberto Ammann), casado con Lana (Marta Etura), y con Eva (Claudia Vega), su sobrina, con quien Alex entabla una relación especial.
Crítica
Kike Maíllo debutó con esta pretenciosa película que mezcla el drama romántico con el thriller de ciencia-ficción en un escenario invernal.
Es una historia expuesta en flashback sobre reencuentro, relación especial con cierto misterio en el vínculo adulto-niña, triángulo amoroso con conflictos pasados latentes, creación artificial de emociones/sentimientos que se pretende singular con aspectos de robótica, y reproches, con rasgos metafóricos, sobre la no consumación de proyectos.
La interpretación de Daniel Brühl y la parte de bailoteo lento con fondo de David Bowie son los puntos más salvables del film, cuya base emocional resulta vacía, por no decir plomiza, a causa del protagonismo de caracteres muy superficiales que ofrecen poco fondo en actitudes e intenciones.
Lo de Lluís Homar en plan ridículo C-3PO es un intento fallido de aportar humor a su insulso contenido dramático.
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