Dirección: George Miller.
Intérpretes: Magda Szubanski, James Cromwell, Mary Stein, Mickey Rooney.
Secuela de “Babe, El Cerdito Valiente” (1995).
Con guión de George Miller (“Happy Feet”, “Mad Max”), Judy Morris (“Before The Rain”, “El Foco De La Tempestad”) y Mark Lamprell (“My Mother Frank”, “Corten”).
Sinopsis
Para intentar no perder la granja por dificultades económicas, Esme Hoggett y el cerdito Babe se dirigen a competir en una feria, con el objetivo de conseguir el dinero que sufrague las deudas.
Por problemas en la conexión de vuelos tendrán que quedarse unos días en la gran ciudad, un lugar poco familiar para Babe.
Crítica
Tras el éxito con “Babe, El Cerdito Valiente”, George Miller, el director de la saga de Mad Max que había sido el productor del notable primer título, adoptó el rol de director para filmar esta secuela de las aventuras pseudofilosóficas del sensible y bondadoso cerdito australiano, ahora desarrolladas en un ambiente poco natural a su esencia animalesca.
Es este aspecto, el escenario urbano, al que Miller dota de un profundo pesimismo, creando una atmósfera opaca, nocturna, relente, un ambiente opresivo, frustrado, de continua confrontación, junto a los roles y ubicación individual y colectiva de sus protagonistas en el mismo, el principal fundamento de una película inspirada en las historias de Charles Dickens a la que le falta chispa y gracia en algunas de sus situaciones (con excepciones como el clímax, la persecución del bull terrier o la captura de los animales), a pesar de que el dibujo psicológico de varios personajes (como el orangután, que en unas condiciones adversas siempre intenta conservar su dignidad personal y su talante servicial) y su significación en el contexto resulta muy singular.
La historia está manejada con una vistosa estética y una bizarra realización, culminándose con una loa a las excelencias campestres, cuyos alegres y soleados espacios naturales aparecen lumínicamente contrastados con el triste y apagado ambiente urbano.
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