• Por AlohaCriticón


Dirección: Rob Reiner.
Intérpretes: Billy Crystal, Meg Ryan, Carrie Fisher, Bruno Kirby.


Sally Albright (Meg Ryan) y Harry Burns (Billy Crystal) se conocen y comparten pensamientos sobre el mundo de la pareja mientras viajan de Chicago a Nueva York. Años después se volverán a encontrar en diferentes situaciones, conformando una relación de amistad.

Cómica y deleitable comedia romántica con el protagonismo de Meg Ryan y Billy Crystal haciendo pareja como nunca, filme que cuestiona de forma plausible las relaciones ya sea como amantes o amigos, la leve línea entre ser amigable o amistoso se delimita por el generó, cuando un hombre y una mujer no pueden ser amigos porque el sexo interviene como la manzana de la discordia, es cuando el espectador se pregunta, ¿en verdad existe el amor de amigos, o simplemente es una oportunidad de sexo seguro?.

Si morbo o situaciones presuntuosas la historia se desenvuelve de manera ágil, perspicaz, cuyo tempo no decae en ningún momento, es en verdad un producto cuya óptica llega a palpar suavemente las relaciones conyugales, amigables, contradictorias y de amantes en la cual se expresan infinidad de sentimientos y pensamientos cuya sencillez logra el verdadero éxito de la trama.

Mas allá de ser una historia en la cual sus personajes sufren encuentros y desencuentros, en esta se muestra un significado contundente en cada reencuentro, emanado cierta profundidad en cada escena o un buen conector que nos conduce a la trama central.

Las situaciones están bien planteadas, las escenas excelentemente pensadas, pero lo mejor es su guión con juegos verbales soberbiamente armados y siempre con un toque cómico que evita que se pierda el interés; él espectador logra involucrarse en la historia que se expande fuera del drama para involucrarse en el romance, el espacio donde el espectador se sentirá a gusto al identificarse más de una vez con cualquiera de sus personajes principales o secundarios (algo sumamente vital en estos productos) haciendo que se ría, llore y sufra en compañía de la magnífica Meg Ryan, cuyos gestos se nos hacen familiares, más sin embargo no pierden su frescura y carisma; acompañada de Billy Cristal , que en lo personal no me parecía la idea de verlo como galán de Meg Ryan, pero me da mucho gusto el haberme equivocado, la química es inmejorable en pantalla, simplemente se crea un efecto especial y mágico, las actuaciones están de primera.

Los bloques en los que se simulan entrevistas conyugales, son excelentes, demuestran muchas tendencias de los integrantes de las parejas que en los andares de la vida encontraron su otra mitad.

Y como algo clásico, la magnifica música de fondo y el preciado cantante de Jazz, Louis Armstrong, es algo exquisito escuchar su voz, es impactante que sin pasar los años seguimos escuchando sus canciones en filmes tanto anteriores como actuales.

Un sátira de las mejores es este producto que recomiendo ampliamente a todos aquellos que gusten pasar la tarde, mañana o noche de forma especial, una película que seguro les dejará con una sonrisa amplia y saludable, sin recurrir al artificio, sólo amistad y romance.

Lucio Rogelio Avila Moreno

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