• Por Antonio Méndez


Dirección: James McTeigue.
Intérpretes: Hugo Weaving, Natalie Portman, Stephen Rea, Stephen Fry.

Película basada en una novela gráfica de Alan Moore, con guión y producción de Andy y Larry Wachowski (“Matrix”).

Sinopsis

En Inglaterra un hombre enmascarado conocido como V (Hugo Weaving) luchará contra un sistema opresor, corrupto y totalitario. En su lucha contará con la ayuda de una joven llamada Evey (Natalie Portman).

Crítica


Los hermanos Wachowski producen y escriben esta distopía ambientada en la Inglaterra del año 2020, basada en la novela gráfica del mismo título de Alan Moore, e inspirada por la actuación terrorista del militar católico Guy Fawkes a comienzos de siglo XVII cuando, en protesta por la discriminación católica por parte de los dirigentes protestantes, planeó atentar contra el Parlamento inglés y asesinar al rey Jaime I.

v-vendetta-foto-critica-peliculaLa película contiene las claves usuales (para terror de sus detractores y deleite de sus seguidores) de la fraternal pareja creadora del universo Matrix, combinando coreógraficas secuencias de acción con ralentí en ambientes sombrío-luctuosos, y pretenciosas peroratas filosóficas llenas de ambigüedad moral en un escenario opresivo, con el poder subyugador y arbitrario enfrentado a un héroe glorificado a pesar de sus medios violentos.

Esta cuestión, el empleo de la violencia en un contexto injusto social con el intento de derrocamiento de un gobierno totalitario (verdaderamente execrable en cualquier extremo), no deja de resultar turbio y difícil en su planteamiento (nadie está a salvo de optar por tal solución exhibida si se ubica en un panorama tiránico y antidemocrático), perjudicado en la manifestación ideológica por un talante de sermoneo, una sesgada perspectiva maniquea y un dudoso mérito de intentar realizar arte en base a un cúmulo de aspectos violentos (físicos y psicológicos) ya que, si tal violencia no se limita al puntual fin catártico-represivo, puede convertir su mensaje de reflexión en un espectáculo morboso con nefastas consecuencias miméticas por parte del personal más aneuronal, irreflexivo y poco dado a compartir ideas ajenas más allá de su “pensamiento único”.

Al margen de sus postulados temáticos (realmente básicos), este thriller futurista y palabrero de crítica a políticas corruptos y fascistoides presenta una narración farragosa con momentos un tanto plúmbeos, sublimados en parte por una imaginería estilosa y complaciente con las modas estéticas del momento, el abordamiento coyuntural de asuntos sociales actuales, y la presencia de un personaje carismático incorporado por Hugo Weaving.

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Hugo Weaving
Natalie Portman
Stephen Rea
John Hurt
Imogen Poots




Extraña, desconcertante, genial en algunos momentos, decepcionante en otros…. y sobre todo una película muy diferente a lo que se esperaba, en resumidas cuentas se podría decir que tiene mucha palabrería y poca chica, ya de entrada el trailer engaña totalmente pues se nos presenta como una película de acción y espectáculo total cosa que evidentemente puedo asegurar que no es pues acción escasita y Fx casi ninguno se agradece eso si que se haya alejado totalmente del estilo cansino de Matrix.

La historia es interesante y atractiva, país gobernado por corruptos y asesinos que se han alzado con el poder después de una guerra civil a costa de autenticas atrocidades se ven amenazados ante un rebelde victima de esas atrocidades en el pasado (esto se nos rebela en el film mediante unos cuantos flashbacks) que siembra el caos a base de atentados y bombas por todos sitios, si bien el film empieza con un par de secuencias de acción pronto se empieza a centrar para nuestra desgracia en unos soporíferos diálogos filosóficos que ni se entienden la mayoría de ellos ni interesan lo mas mínimo al espectador que se queda frío ante tanta palabrería y le resulta difícil volver a coger el ritmo, decir eso si que hay secuencias que son realmente buenas y duras pero estas se complementan con otras insulsas y en mi opinión sobrantes, entre las buenas destaco aquella en la que el presentador de Televisión se burla parodiando al “líder” y acto seguido es brutalmente asesinado.

Resumiendo y a pesar de las pegas que le pongo, me ha parecido en general una película recomendable, bien hecha y sobre todo que se toma y que va en serio pero que peca de un ritmo demasiado irregular y sobre todo de un guión con demasiada palabrería y demasiado rollos filosóficos que solo hacen alargarla de forma innecesaria, creo que habrá gente que saldrá muy decepcionada sobre todo si se dejan llevar por el trailer y ven la película como lo que no es.

Agustín Aparicio




Por uno de esos deseos del destino, resulta que los constantes retrasos en la producción de esta maravilla han sido los que no han hecho más que incrementar su interés. Y es que “V de Vendetta” es capaz de trascender su propio género e ir más allá de ser una de las mejores adaptaciones de cómic jamás realizadas.Termina por convertirse en una verdadera sinfonía filmada de cuidadísima orquestación y arriesgadas intenciones, llevadas a buen puerto. Y como toda gran sinfonía, podría dividirse en 4 movimientos:

El primero, como introducción, posee la fuerza necesaria para invitar al espectador a seguir el juego de la trama. Comienzan a dejarse caer algunas de las ideas que marcarán el resto de la película y se realiza una presentación de personajes muy acertada, y más teniendo en cuenta el espectacular desarrollo que tendrán después. Además, se deja claro el potente estilo visual y estética made in Wachowski.

Tras la traca inicial, el segundo movimiento es, como no, el tiempo lento. Es aquí donde se corre el riesgo de desconectar, pero no obstante, el guión mantiene su interés durante este largo intermedio, preparando el terreno para lo que queda por venir.

Ni más ni menos que el tercer movimiento, el más lírico y romántico (es aquí donde se concentran las escenas más demoledoras del film, concretamente las referidas a la tortura de Natalie Portman y los flashbacks en torno a ellas). Es en esta parte donde todos los personajes experimentan un mayor grado de desarrollo, y donde los actores verdaderamente se crecen en sus papeles (hay que decir que el trío protagonista es sencillamente magistral).

Y como en las grandes obras de Beethoven, de Tchaikovski (ambos presentes en la BSO del film) o de Mahler, la función termina con un largo movimiento final, un enorme crescendo con unos últimos minutos que son de antología, por condensar todo el aliento épico-romántico-subversivo del film en una apoteosis muy operística además de exhuberante visualmente.

Y resulta que aparte de todo esto, lo que realmente hace de esta película la mejor del año por el momento es el extraordinario guión que ofrecen los Wachowski, que intenta equilibrar la balanza de la moralidad (o no) de las acciones de los personajes, y en todo momento lo consigue. El resultado es sencillamente espectacular. No hay duda de que Alan Moore debería arrepentirse de haber borrado su nombre de los créditos.

Wishi




Finalizada la III Guerra Mundial, Inglaterra se ve sumida en un régimen dictatorial, que mantiene oprimido al pueblo bajo el yugo constante de un poder totalitarista y asfixiante con unos tintes apocalípticos que nos recuerdan las versiones proféticas de “Un mundo feliz” (Aldous Huxley), “1984” (George Orwell) o “Farenheit 451” (Ray Bradbury).

Es en este escenario y bajo la máscara de Guy Fawkes – importante figura británica capturada un 5 de noviembre al querer volar el Parlamento y matar al Rey, en venganza por las leyes penales contra los católicos- donde aparece “V” un nuevo héroe que se vale de la violencia para protestar contra el sistema y sus mandatos.

Una noche en una azotea y con la obertura 1812 de Chaykowky de fondo, “V” acoge bajo su manto protector – aunque en ocasiones se torne más secuestro que salvación- a Evey (Natalie Portman) trás rescatarla del ataque de dos individuos en las oscuras calles londinenses una vez dado el toque de queda. Es así como “V” retoma el legado de Fawkes queriendo volar el Parlamento un idéntico 5 de noviembre para dar un giro total al mundo y salvarle de los delirios del dictador de turno.

“V de vendetta” está basada en un cómic de Alan Moore, que originariamente se realizó para la revista británica “Warrior” quedando inconcluso al cierre de ésta en 1984 y siendo retomado y finalizado posteriormente en 1988, convirtiéndose en un gran éxito.

Película futurista en la que una vez más impera el dualismo metafísico entre el bien y el mal, con la diferencia – esta vez- de que “el bueno” es el más violento. Los hermanos Wachowski, con una altiva pretensión, tratan de darle una vuelta más de tuerca al mero cómic con la historia héroe-chica, tintando el largometraje con pinceladas filosóficas en los -agotadores- monólogos de “V” que muchas veces resultan tan profundos como llenos de sinsentido; y en el “Gran Hermano” que oprime al pueblo.

No es la primera vez que vemos un cómic llevado al cine con mayor o menor acierto, pero lo que está claro es que el director James McTeigue ha querido apostar poco llenando la película de guiños calcados de películas que en su momento fueron éxito en taquilla; y como muestra algún que otro botón: la humanización del héroe – todos recordamos la patética secuencia de Spiderman montando en ascensor en la segunda cinta protagonizada por Tobey Maguire- al vestirle con un delantal y hacerle cocinar una tostada con mantequilla; el rapado “en directo” de Natalie Portman – ¿Quién no se ha acordado de “La teniente O´Neil”?- ; el plano en el que el héroe cae con su capa abierta mojada por la lluvia al tejado de la próxima víctima – ¿qué pensará Robert Rodriguez, director de “Sin City”?- ; eso por no mencionar los innumerables calcos de las coreografías de lucha de “Matrix” y alguna que otra secuencia que se queda pendiente de que el ávido espectador las descubra.

“V de vendetta” ; v de vodrio; v de poco valor; y v de más vidilla; elementos con los que quizá McTeigue hubiera hecho una “b”uena película.

Cristina Gómez




Inquietante cinta cuya trama abarca diversos aspectos, logrando una cohesión innovadora y diferente a lo que los guionistas de este filme nos han acostumbrado, despegándose considerablemente del artificio que evoca pura acción desmesurada, instalándose en un apartado reflexivo cuyo guión a pesar de no ser precisamente una fiel adaptación de la novela gráfica se considera aceptable, sobrellevando los puntos principales de su trama.

Lo impresionante del filme es la homogenización de sus componentes, lo intrépido e interesante que llega a ser su relato, aposentándose en diversas ramas del histrionismo, puesto que la historia carga con varios componentes, ya sea desde el drama, pasando por el suspense, tocando aspectos sociales, políticos y éticos, llegando hasta la sátira y el humor negro, sin embargo todo lo anterior es acogido con cierto toque de violencia y acción, así como elegancia, lo cual logra dar un equilibrio a su trama.

Tal vez al principio sea difícil realmente hallar los pies y la cabeza de esta obra, la cual se desarrolla en tiempos paulatinos, con algunas escenas que llegan a ser repetitivas, nos encontramos ante un ritmo fluido y un montaje favorecedor, una atmósfera oscura, con toques retrogradas pero otros muy futuristas, es el conjunto de una realidad latente en el presente y la ficción que pretende representar al futuro lo que llama la atención del espectador, la fragua e intensidad de algunas escenas y la sobriedad de otras es un buen conjunto favorablemente empleado.

Con trazos de sensibilidad y otros de sensiblería se desarrollan los planes de nuestro supuesto héroe y su acompañante; no puedo exigir un desarrollo legítimo a la obra por ser neófito con respecto a los antecedentes de este personaje, sin embargo en algunos aspectos se nos ha engañado, Natalie Portman obtiene cierto protagonismo, pero no llega a ser un eje precisamente principal, logra una actuación muy aceptable y sobresaliente, dejando de lado su notable belleza para hacernos partícipes de su talento y profesionalismo, nos sorprende con su atrevimiento, lo cual no le quita ni una pizca de su atractivo.

Los componentes principales se hallan bien ejecutados, lo único que me parece un poco insatisfactorio sea que el actor Hugo Weaving no sea reconocido como debiese, sin embargo demuestra que una máscara podrá cubrir un rostro, pero no podrá tapar al talento que acompaña a la persona cuyo rostro a sido cubierto, excelente actuación y aún mejores diálogos y monólogos, filosofía que sin ser demasiado profunda tampoco llega a ser fatua; una historia con sangre y violencia pero con trama de fondo, con una supuesta razón de ser.

Se explaya, sobresale en la trama y sus aspectos técnicos no se quedan cortos, los efectos especiales cumplen con su cometido, son de buena calidad, la escenografía y la dirección artística se encuentran bien elaboradas, un triunfo sobre otros productos de esta índole.

También constamos con la actuación de Stephen Rea quien toma una instancia importante en al cinta, pero en lo personal no me ha agradado su actuación que es demasiado sosa, cuando se ha de proponer hacerle del bueno no llega a tener una favorable caracterización, ante mi óptica no es su estilo.

Para concluir debo señalar que nos encontramos ante un superhéroe un poco más profundo, dejando de lado el vestuario de lycra y la personalidad puritana, nos encontramos ante algo innovador, recomendable para el público que busque acción, sin embargo deben recordar que hay una trama de por medio, algo más que tiroteos sin sentido.

Lucio Rogelio Avila Moreno

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