Dirección: James Foley.
Intérpretes: Halle Berry, Giovanni Ribisi, Bruce Willis, Clea Lewis.
Con guión de Todd Kormanicki (“Elf”, “Resistencia”).
Sinopsis
Rowena Price (Halle Berry) es una periodista que decide aclarar la muerte de una de sus mejores amigas.
El principal sospechoso es el multimillonario Harrison Hills (Bruce Wills), con quien Rowena estrecha, al igual que hizo su amiga fallecida, una relación online a la par que comienza a trabajar en su agencia publicitaria.
Crítica
En este mundo siempre hay alguien mirando.
Esta retumbancia de anuncio publicitario con posibilidad de chantajes que te hacen la vida imposible es base para la resolución de thriller repleto de pistas falsas para el espectador. Al estilo del peor Shyamalan, James Foley construye toda su farsa-intriga de telefilm para el aberrante giro final.
La película introduce como protagonista al típico personaje femenino urbano, avispado, con carácter, ambicioso, y que no duda en lidiar con sus superiores con tal de realizar con eficacia su trabajo.
En sus argumentaciones no faltan las demagogias de rigor y las puyas coyunturales.
Más tarde nos enteramos de que padece traumas pasados que condicionan su presente.
A tal personaje principal, atrapado en una espiral de exigencias, se le vincula un antagonista masculino de insinuante presencia y fácil querencia a las faldas con el que someterse a un insípido juego de atracción sensual, y un secundario (también masculino, que resulta que es más principal que el presuntamente principal) con el que crear una relación ambigua en cuanto a intenciones afectivas, mostrándolo cara al público desde una perspectiva engañosa con el propósito de sorprender en su final.
Aunque más que sorpresa es una tomadura de pelo visto el tratamiento anterior a la historia y caracteres, a sus actitudes, a sus motivaciones, a sus indicios.
Al director y guionistas les importa un pimiento el drama psicológico, la intriga criminal con toques presuntamente sexys (que no provocan la más mínima calentura), todos los temas que se puedan abordar…
Solamente les interesa impactar, después de una intriga menor con ambientes de diseño, fiestas con sonidos bailongos de Hot Chocolate, y conversaciones triviales de ligoteo chatero, con su deplorable final.
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