Dirección: Ed Harris.
Intérpretes: Ed Harris, Viggo Mortensen, Renée Zellweger, Jeremy Irons.
Película basada en una novela de Robert Parker. Con guión de Ed Harris y Rober Knott.
Sinopsis
El policía federal Virgil Cole (Ed Harris) y su ayudante Everett Hitch (Viggo Mortensen) se trasladan a Appaloosa, una comunidad minera dominada por un poderoso ranchero llamado Randall Bragg (Jeremy Irons). El objetivo de Cole y Hitch es pacificar el lugar y restablecer la ley después de que el sheriff del lugar haya sido asesinado.
Crítica
Después de debutar en el año 2000 como director con la biografía del pintor abstracto Jackson Pollock, Ed Harris volvió a tareas de dirección ocho años después con este western, “Appaloosa”, un título que ya bautizó en original (sin nada que ver entre ellas) otra película del Oeste protagonizada a mediados de los años 60 por Marlon Brando con dirección de Sidney J. Furie.
Si Brando se enfrentaba con John Saxon en el “The Appaloosa” sesentero (cinta conocida como “Sierra Prohibida” en España), aquí es Jeremy Irons el antagonista de Harris, quien en su nuevo proyecto no hace más que reciclar (sin complejidad alguna) temas clásicos del western.
Basándose en una novela de Robert B. Parker, la trama gira en torno a la imposición de la justicia y la ley en un pequeño pueblo dominado de forma caciquil, el triángulo amoroso sin chicha, la persecución, la amistad, la custodia del prisionero… Asuntos mil veces vistos y conectados con películas previas con mayor intensidad en las interacciones entre sus personajes, sea “El Hombre de las Pistolas de Oro” de Edward Dmytryk, con Henry Fonda, Anthony Quinn y Richard Widmark, o, entre muchas otras, “Wichita” de Jacques Tourneur, con Joel McCrea.
La factura del film es correcta (no hay lugar a la precipitación en el ritmo, ni tampoco al trabajo onanista de cámara, ni al regodeo violento), pero el conjunto es un deja vu con diálogos sosos, situaciones laxas, participaciones muy menores (cuando no ridículas por la caricatura) de Jeremy Irons y Renée Zellweger, y algún giro implausible con la muerte como solución.
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Ed Harris
Viggo Mortensen
Jeremy Irons
Renée Zellweger
Uno de los peores Western que recuerdo haber visto en toda mi vida, segundo trabajo del excelente actor Ed Harris como director tras la decente “Pollock” y una metedura de pata hasta el fondo, no se sabe muy bien qué es lo que Harris ha intentado hacer o contar con esta película pero lo que sí está claro es que no ha sabido contarlo o no ha podido.
El film comienza de manera notable presentando a los dos protagonistas principales y al villano de turno pero a los 20 minutos la historia que parecía principal pasa inexplicablemente a un segundo plano a favor de una especie de comedia con situaciones más propias de “Aterriza como puedas” que de una película que se supone seria como esta, después de la secuencia del tren el film se convierte en un absoluto despropósito y ya no levanta cabeza hasta el final, el ritmo lentísimo y cansino llega a desesperar y a desear que la cosa acaba cuando antes.
De lo poco destacable es Viggo Mortensen que es de largo lo único decente de todo el conjunto junto con la lograda ambientación, en el lado opuesto encontramos a Renèe Zellweger en uno de los personajes más ridículos que se recuerdan en años, su actuación es un absoluto bochorno digno de estar nominada al premio Razzie de peor actriz del año, Ariadna Gil debuta en Hollywood con un papel intrascendente y que no pinta absolutamente nada en ningún momento, La música otro de los puntos negros no pega ni con cola y es espantosa.
Un mal western, ridículo y aburrido que esta años luz de “Sin Perdón” película a la que se le ha comparado en los anuncios y trailers publicitarios y que supone casi un insulto a este gran genero, solo se salva Mortensen y la ambientación lo demás para olvidar y cuanto antes mejor.
Agustín Aparicio
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