Dirección: Mike Mitchell.
Intérpretes: Película de animación.
Cuarta película de la serie “Shrek”.
Con guión de Josh Klausner (“Shrek Tercero”, “Noche Loca”) y Darren Lemke (“Lost”). Con producción de Andrew Adamson.
Sinopsis
Shrek desea volver a sentirse un ogro de verdad, con lo que pacta un acuerdo con el negociante Rumpelstitskin, quien sólo desea convertirse en rey de un mundo alternativo de “Muy, muy lejano”, perseguir ogros y romper la relación entre Shrek y Fiona.
Crítica
Cuarta película de “Shrek”, el ogro verde de Dreamworks que alcanzó el éxito por su creativa mezcla cómico-fantástica entre la subversión paródica del cuento de hadas clásico y sus múltiples y anacrónicas referencias pop.
En este (presunto) capítulo final sus guionistas parecen inspirarse en un pacto estilo “Fausto” y, dentro de una situación de usurpación y lucha contra la tiranía y la injusticia, en claves de la trama del “Qué Bello Es Vivir” de Frank Capra con un personaje insatisfecho con su vida que descubre tras una serie de sucesos los valores reales para lograr su felicidad.
La historia, con las trazas citadas y reciclajes varios en slapstick, humor verbal, choque de personajes y sentimentalismo de previas entregas, no es nada del otro mundo pero resulta entretenida, beneficiándose de la cercanía y familiaridad de sus personajes principales y de la viveza y pintoresquismo de sus secundarios.
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