El que muere por amor a la virtud no perece.
Vale más un testigo de vista que diez de oídas.
El sabio es artífice de su propia fortuna.
Mal hombre es aquel que sabe recibir un beneficio y no sabe devolverlo.
El hombre es un lobo para el hombre.
Un ratón nunca confía su vida a un único agujero.
El que no piensa en sus deberes sino cuando se lo recuerdan no es digno de estimación.
Perdemos lo seguro por buscar lo incierto.
Amantes, dementes.