Sinopsis
Guido Brunetti investiga un suceso que cambió la vida de una joven hace quince años, cuando cayó a las aguas venecianas sufriendo daños cerebrales tras ser salvada por Pietro Cavanis, un borracho desmemoriado. Su abuela, la octogenaria condesa Demetriana Lando-Continui, amiga de la suegra de Brunetti y dirigente de una fundación dedicada a la restauración de la ciudad, requiere al policía que descubra la verdad de los hechos.
Crítica
La vigesimoquinta novela policíaca del comisario Brunetti indaga en un acontecimiento traumático para una noble familia de Venecia. Es en eso en lo que flaquea, en el tratamiento superfluo que Donna Leon hace de la familia de la protagonista y de la misma protagonista al margen de un superfluo trato sentimental.
Los personajes, en especial los miembros de la comisaría que rodean a Brunetti, están bien definidos en su singularidad, mientras que las relaciones privadas no salen de la rutina y los tópicos domésticos de familia con hijos adolescentes cuyos comentarios dan lugar a introducir en la historia asuntos sociales de inmigración o inseguridad ciudadana.
La trama, hilvanando hechos y personajes de manera fluida con narración en tercera persona, se sigue con interés, sabiendo utilizar bien los diálogos y las descripciones para recrear diferentes ambientes, desde palacios aristócratas con cenas cosmopolitas a bares de barrio o espacios rurales para la equitación, aunque el desenlace del caso peca de simpleza con apariciones relevantes, un tanto arbitrarias, de personajes de poco peso. No obstante, una intriga entretenida.