• Por AlohaCriticón

articulos de costumbres larraTítulos como “Vuelva Usted Mañana”, “La Diligencia”, “El Castellano Viejo” o “El Casarse Pronto y Mal” mostraron la aguda percepción crítica de Mariano José de Larra con su país y su tiempo.

Parte de la España decimonónica vista bajo la pluma acerva de Larra, un maestro de la diatriba mordaz, que no quería permanecer ajeno a los problemas y costumbres de su entorno.

Leamos un fragmento de un célebre artículo:




Vuelva usted mañana (fragmento)

Gran persona debió de ser el primero que llamó pecado mortal a la pereza; nosotros, que ya en uno de nuestros artículos anteriores estuvimos más serios de lo que nunca habíamos propuesto, no entraremos ahora en largas y profundas investigaciones acerca de la historia de este pecado, por más que conozcamos que hay pecados que pican en historia, y que la historia de los pecados sería un tanto divertida.
Convengamos solamente en que esta institución ha cerrado y cerrará las puertas del cielo a más de un cristiano.
Estas reflexiones hacía yo casualmente no hace muchos días, cuando se presentó en mi casa un extranjero de estos que, en buena o mala parte, han de tener siempre de nuestro pais una idea exagerada o hiperbólica, de estos que, o creen que los hombres aquí son todavía los espléndidos, francos, generosos y caballerescos seres de hace dos siglos o que son aún las tribus nómadas del otro lado del Atlante: en el primer caso vienen imaginando que nuestro carácter se conserva tan intacto como nuestra rutina y en el segundo vienen temblando por esos caminos, y preguntan si son los ladrones que los han de despojar los individuos de algún cuerpo de guardia establecido precisamente para defenderlos de los azares de un camino, comunes a todos los países………..
Un extranjero de estos fue el que se presentó en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendación para mi persona. Asuntos intrincados de familia, reclamaciones futuras y aun proyectos vastos concebidos en París de invertir aquí sus cuantiosos caudales en tal cual especulación industrial o mercantil eran los motivos que a nuestra patria le conducían….
Me aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si no encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital.
Parecióme el extranjero digno de alguna consideración, trabé presto amistad con él y lleno de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse…..

– Mirad – le dije-, monsieur Sans-Délai, que así se llamaba; vos venís decidido a pasar quince días y a solventar en ellos vuestros asuntos.
– Ciertamente. Quince días y es mucho…..
– Dentro de quince meses estáis aquí todavía.
– ¿Os burláis?.
– No por cierto.
– ¿No me podré marchar cuando quiera?. ¡Cierto que la idea es graciosa!.
– Sabed que no estáis en vuestro país activo y trabajador.
– ¡Oh!, los españoles que han viajado por el extranjero han adquirido la costumbre de hablar mal siempre de su país por hacerse superiores a sus compatriotas.
– Os aseguro que en los quince días con que contáis, no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis……..