Crítica
En este libro, Paul Auster mezcla la novela y la autobiografía para rememorar distintos episodios de su vida, entre ellos sus primeras experiencias sexuales, sus ataques de pánico o las estancias hoteleras antes de su permanencia en Park Slope.
Después de ejercicios rutinarios de best seller de “qualité” y metaliteratura de relleno, un sexuagenario Paul Auster nos conduce con maneras no lineales y perspectiva en segunda persona a través de su memoria para crear situaciones de carácter sexual, familiar, amoroso, sociocultural… Es un texto de reflexión agridulce con dosis de lirismo y tramos de artificio efectista, adornos complacientes y reiterativos de lugares, personas y anécdotas de trascendencia menor.
Su narración alterna pasajes de exquisita elegancia formal, alguna ironía poco incisiva y rasgaduras emocionales, con situaciones deslavazadas que reciclan sentimientos y expresiones poco originales. Gustará a muchos de sus fieles y resultará indiferente a otros tantos.