• Por Antonio Méndez

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“El Árbol De La Ciencia” (1911) es la obra maestra de Pío Baroja, el título que mejor representa su filosofía taciturna de la existencia y de su contexto histórico, finales del siglo XIX, centrando sus reflexiones en el comportamiento, vivencias y tragedia de su personaje central, un estudiante de Medicina (y después médico) llamado Andrés Hurtado que no es más que un alter ego del propio escritor vasco.

A traves de este estudio de personaje realizado por Baroja, de clara raíz autobiográfica, vamos siguiendo a Andrés en su periplo vital, compartiendo sus miserias, dudas y frustraciones, en una novela significada por una gradación pesimista no exenta de un humor cínico e irónico en el miramiento a una sociedad decadente expuesta con un magistral racionamiento léxico, directo y claro, que facilita mucho su lectura.




A destacar tanto las descripciones de tipos como de paisajes y escenarios, y los excelentes momentos de encuentro filosófico del protagonista con su tío Iturrioz, sin olvidar la relación con Lulú y las inventivas y humorísticas disquisiciones sobre amor y pareja.
Una pena que su final se lastre, para ahondar en lo trágico, en toques de folletín.

“El Árbol De La Ciencia”, libro que manifiesta la lucidez de su prosa y la profundidad de los asuntos tratados, forma parte de la trilogía “La Raza” que completan “La Dama Errante” y “La Ciudad De La Niebla”.

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