• Por Javier Platas

acdc dirty deeds done dirt cheapCrítica

No goza del reconocimiento popular de algunas de sus obras pero sin duda estamos ante una de las cumbres de estos dioses del hard rock llamados AC/DC.

El carismático Bon Scott, inmenso como siempre en su faceta de vocalista, escribe aquí las letras más agudas, provocativas y sexuales de su carrera.

En el apartado estrictamente musical este disco es el que mayor diversidad ofrece dentro de su iterativo sonido, ya que tanto interpretan un frenético rock’n’roll a lo Little Richard de demoledora ejecución (“Rocker”) como nos deleitan con un desenfadado boogie rock (“There’s Gonna Be Some Rockin'”), algún apasionado corte lento de fuerte raíz blues (“Ride On”) o penetrantes y ardorosos desarrollos instrumentales (“Ain’t No Fun Waiting Round To Be a Millionaire”), todo ello al margen del consabido magisterio de los hermanos Young para la construcción de atronadores riffs, los estribillos más adhesivos que se puedan paladear en el universo rock, una sección rítmica vigorosa y algunos de los solos más incendiarios de Angus.




Una obra maestra de puro y duro rock’n’roll que tiene como uno de sus platos fuertes el tema “Problem Child”, canción que sería nuevamente incluida por los australianos en su siguiente álbum “Let There Be Rock”. Y es que un temazo tan impresionante como ese bien merece una repetición.

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