• Por Antonio Méndez

british sea power valhalla dancehall album cover disco portada reviewCrítica

“Valhalla Dancehall” es el cuarto álbum de British Sea Power, una banda de Brighton con sonidos diversos sobre bases de revival post-punk que les emparenta con un sinfín de grupos ingleses de similar sonido… “Who’s In Control” es un pasable corte sobre desorientación urbana. Tópicos de joven combativo con inconexa lírica de autoconsumo y protesta light política. Muros guitarreros, distorsión, tonos urgentes, ansiosos. Huellas glam rock y post-punk.

En “We Are Sound” se muestran afectados, engolados. Relleno impersonal con fondos trémulos que tanto nos lleva al arena rock tipo U2 como al pop-rock descafeinado 80s de los Deacon Blue.

“Georgie Ray” es una balada de piano con voz sofocada. Pretensiones de sonar como Arcade Fire. Rimbombantes arreglos y un destacado solo de guitarra. Bastante pesadita.

En la enérgica “Stunde Null” presumen de querer sonar krautrock pero están un tanto desorientados. Más bien dance-punk estilo Franz Ferdinand.

Naderías sobre relativización humana con referencias a bosquimanos y esquimales en “Mongk II”. El mito del buen salvaje por parte del occidental en plan quejoso y masoquista. Voz distorsionada y medio tiempo con crescendo. Formulista. Densa, con ritmo dance-pop ochentero.

british-sea-power-fotosEn “Luna” incluyen referencias a J. G. Ballard, el escritor de ciencia-ficción. Balada pomposa y trémula sobre galaxias y niñas. Metáforas simplonas y cierto onirismo con dejes de Bowie.

“Baby”. Imágenes caprichosas de niños bailando, desiertos, polvo de rinoceronte… La batalla como alusión de riña amorosa. Es un tema lento con intro de percusión tribal y posteriores armonías en combinación masculina-femenina. Sosegado, sutil dream pop.

Vivir es fácil, ir de compras es fácil, orinar no digamos, defecar depende de la regularidad (añadido propio), morir también… Fiesta perpetua en “Living Is So Easy”. Se aprecia cierta ironía en este pop-rock de cuidada melodía con inspiración new wave. Escuchable.

Se sientan a ver nebulosas en “Observe The Skies”. Escapismo pop con papaparapapapa. Formulista e inane, como una mezcla entre Pulp y New Order.

Siete minutos dura “Cleaning Out The Rooms”, ambiciosa canción de épica liberadora. Emocional, con toques funerarios y arreglos de cuerdas, es un pop ensoñador con crescendo instrumental bastante apreciable.

“Thin Black Sail”, onirismo sobre energía nuclear y psicodelia. Un bravío tema garaje psicodélico para fans de los Stooges o MC5.

Si “Cleaning Out The Rooms” era una canción larga, “Once More Now” lo es todavía más. A superarnos vamos. Once minutos de lisergia mirapiés ensimismada y melancólica. Distorsión y dulce voz. Rock progresivo espacial para uno de los temas más sugerentes de un disco terminado con “Heavy Water”, añoranzas inocuas de pop-rock ochentero.