• Por Antonio Méndez

built to spill there is no enemy album cover portadaCrítica

Tres años después del estupendo “You In Reverse”, Doug Martsch, líder de Built To Spill, uno de los conjuntos rock más interesantes de los últimos años, volvió al estudio para grabar “There Is No Enemy”, un trabajo muy estimable tras una primera escucha.
Pasemos a la segunda.
Play…

“Aisle 13”.
Medio tiempo con reverb, distorsión guitarrera, voz arrastrada y plañidera a lo Neil Young.
La interacción guitarrera es fenomenal dentro de un corte acid-blues-rock en donde Doug afirma que nadie quiere ver lo que pasa en sus mentes, hay evocaciones oníricas y creaciones fragmentadas sobre situaciones extrañas con bases psicodélicas.

No entusiasma pero tampoco resulta cansina.

Se ponen retrospectivos en “Hindsight”, otro medio tiempo con ecos de Neil Young pero con un tono más luminoso que la anterior.
La melodía es muy destacada y la voz posee fragilidad y empaque emocional.

Escuchable pop-rock con rasgos country rock.




built to spill there is no enemy critica review“Nowhere Lullaby” es una balada introspectiva con guitarra trémula, combinación de sonidos acústicos y eléctricos, falsete, empleo de cello y lap steel guitar.
La canción parece centrarse en una recuperación anímica tras un fracaso amoroso.

Combina de forma elegante al Neil Young de los años 70 con los Beatles psicodélicos tipo “I’m Only Dreaming” o “Across The Universe”.

En “Good Ol’ Boredom” quieren olvidarse de la ansiedad diaria.
El tempo es más dinámico, manifestándose en su inicio como una especie de pop soul (el ritmo es puro Motown estilo Supremes) pero se escuchan también jangle guitars, sonidos reverb, líneas eléctricas con sutiles claves folk, punteos blues, arreglos de cuerda y sintetizador tipo ELO de los 70…

Densa pero equilibrada, atmosférica.

El Calderón de la Barca y su magistral obra “La Vida Es Sueño” podría ser ascendiente literario de “Life’s A Dream”, un tema con variantes (inicio con elegante melodía pop soul, armonías psicodélicas a lo Beatles, largo solo guitarrero, arreglos de viento…).

“La vida no es más que un sueño, tan real como parece”, es lo que canta Doug con lalalalas 60s como coro.

Pasable, aunque con cierto convencionalismo FM.




built to spillEn “Oh Yeah” Martsch afirma que si Dios existe le perdonará que pueda dudar.
Tempo lento.
Twang guitar, wah wah, armonías vocales espectrales.
Es un estupendo corte de base space rock, muy atmosférico y que podría definir sus influencias en un cruce curioso, desde el Neil Young de “Everybody Knows This Is Nowhere” y “Zuma” a Pink Floyd pasando por Black Sabbath.

“Pat” es la canción más corta y bulliciosa del disco.
Pop punk enérgico, desgañitada voz nasal, potentes guitarras distorsionadas.

En “Done” vuelven al medio tiempo y a los arreglos más complejos con un tema sobre soledad, arreglo de mentes y perdón.
Trazos de folk rock psicodélico y space rock.

De nuevo las influencias de Pink Floyd son evidentes para esta canción con acertados virajes melódicos adornados por coros de buen efecto emocional.




“Plantin Seeds” critica la poca personalidad del individuo, mejor dicho, de quien pierde su condición individual y se sumerge en la masa amorfa fácilmente maleable por el marketing (“diciéndome mil veces lo que yo tengo que querer, sé que es su trabajo pero es un trabajo sucio, no lo soporto..)

Sonoramente es un corte power pop a lo Matthew Sweet, rasgueos a lo Who y líneas de guitarras rotas a lo Neil Young.

Lo disfrutarán los amantes del pop guitarrero y melódico.

La parte final del álbum contiene dos de los mejores momentos del álbum.

“Things Fall Apart”, que destaca por el admirable equilibrio en la sinergia instrumental y vocal, el trato melódico exquisito y la inclusión de una trompeta como aporte muy plausible; y el gran final “Tomorrow”, que contiene excelentes variantes de tempo en una combinación entre noise pop y dream pop.