• Por Antonio Méndez

devo something for everybody album review critica de discosEn el año 1991 decidió el grupo Devo disolverse tras grabar una serie de influyentes discos new wave, techno pop, art pop y post-punk iniciados en la década de los 70. Visto el revival nuevaolero contemporáneo con múltiples imitadores sin gracia, el grupo de Ohio decidió aprovechar las referencias a su nombre y reunirse para interpretar en directo sus antiguos éxitos y grabar nuevos temas como los encontrados en este “Something For Everybody”, su noveno disco en estudio.

En “Fresh” ya centellea la sinergia enérgica de sus ansiosas y angulares líneas guitarreras, de sintetizador y de bajo con estribillos pegajosos…. Es tan fresco que hasta me hace llorar… Qué ternura.

“What We Do” alterna ráfagas de trallazos eléctricos con bases techno-pop y expresiones cuasi robóticas con fraseos conversacionales… Lo que hacemos es todo lo mismo, no hay nada nuevo… Bajo el sol, claro. No les falta razón en esta danzable pachanga.

Menos gracia tienen “Please Baby Please”, con una melodía olvidable y énfasis en la percusión, y la insípida “Don’t Shoot (I’m A Man)”, con consideraciones sobre la vida urbana políticamente correcta con el protagonismo de un hombre agobiado por el trabajo que se libera conduciendo en su coche híbrido.

Sonidos de videojuegos dan inicio “Mind Games”, en donde Devo afirman que el amor es un juego mental. Corte new wave nada destacable.

El comienzo de “Human Rocket” parece sacado del “Fade To Gray” de Visage antes de adoptar un estilo de los primeros pasos de Depeche Mode… Soy un cohete humano en proceso de redención… Ciencia-ficción con ligero espíritu crítico de escasa gracia. Eso sí, energía no les falta nunca.

En “Sumthin’” aciertan con los riffs que copiaron gente como Franz Ferdinand y similares. El texto aborda asuntos políticos sobre un nuevo orden mundial en el que el ciudadano, como casi siempre, sigue siendo un mandado.

“Step Up” incide de nuevo en la libertad individual en un mundo excesivamente programado. El tema es escuchable, posee intensidad rítmica y una densa atmósfera combinando riffs de guitarra eléctricas y sonidos electrónicos.

“Cameo” desparrama efectos electropop con líneas angulares guitarreras mientras se describe de forma cómica a un tío llamado Cameo que sabe bailar funk. Prff… Podrían cantarla en una cara b los B-52’s.

En “Later Is Now” hay ecos de OMD y de Human League. Es una meritoria canción techno-pop en donde aciertan rítmica y melódicamente.

“No Place Like Home” es un corte con sugerente piano y efectos arreglos dramáticos en donde tratan la insignificancia humana en un planeta que sobreviviría sin nuestra presencia.

“March On” cierra el disco de forma existencial desde la perspectiva de un soldado que reflexiona sobre Dios, el amor, el sexo y la muerte. Temas trascendentales para un disco que no lo es tanto.