• Por Antonio Méndez

in your honor foo fighters critica disco portadaCrítica

Dave Grohl y su trabajo más ambicioso hasta la fecha con los Foo Fighters, pretendiendo, según sus propias palabras, realizar su propio “Physical Graffiti” ¡A eso se le llama ambición!

La verdad es que no es tan acabado como “Physical Graffiti” de los Led Zeppelin (a pesar de contar con la colaboración de John Paul Jones) pero este doble álbum, dividido en dos partes bien diferenciadas, una eléctrica y otra acústica, proporciona momentos gozosos de enérgico hard rock con algunas trazas metaleras, melódico power pop de simiente grunge, sonidos acústicos desnudos e intimistas, e incluso algunos retazos de bossanova.

El primer disco, el eléctrico, muestra a un Grohl realmente enfervorecido y cuasi apocalíptico con referencias en muchos temas a conclusiones, a combate o la muerte (“The rest of me is dead, I’m dying for truth”, “in your honor I would die tonigh for you to feel alive”, “I’m dyin’ to meet you here”, “It’s a shame we have to die my dear, no-one’s getting out of here alive”, “Beautiful prisoner let it be dead”…).

La música eléctrica, alternándose entre hard rock, principalmente, y power pop “agrunjeado”, presenta ínfulas épicas, las guitarras suenan potentes, agitadas, distorsionadas, con gran intensidad; la sección rítmica, en especial la batería de Taylor Hawkins, retumba con vigor y excitación; la voz en su primera mitad se exhibe gritona (en ocasiones a lo Lemmy, su colaborador en Probot), batalladora y con acritud (“can you hear me screaming breaking in the mute sky?”, “Lookin’ back to find my way never sing so hard”); y las piezas más rockeras, en su aspecto melódico, se muestran pegadizas, con detalles crecientes tras varias audiciones, y bulliciosas cuando tienen que serlo, con cortes tan disfrutables como:

“No Way Back”
“Last Song”
“D.O.A.”, en donde Grohl afirma que su primera intención era mezclar a los Byrds con Police aunque realmente el resultado final no suena a eso
“Free Me”
“Resolve”, en donde calca levemente alguna línea melódica del “California Girls” de los Beach Boys
“End Over End”, excelente fin de de esta parte eléctrica

La colección de acústicas al principio no dice demasiado pero posteriormente tanto el buen saber hacer melódico de Dave Grohl como los textos y el tono, en contraste con la parte eléctrica, cálido y melancólico, van acrecentando su valía, su alta valía.

Así, tenemos piezas como el evocativo country-folk de “What If I Do” o la excelente “Miracle”, con un maravilloso progreso melódico, un contagioso estribillo y la aparición lujosa de John Paul Jones en el piano, con el violín de Petra Haden elevando emocionalmente esta fantástico y hermoso corte.

El exbajista de Led Zeppelin y excepcional músico de sesión y arreglista en los años 60 también colabora en “Another Round” interpretando la mandolina.

En la canción, muy escuchable en su sencillez lírica, también suena, además de la mandolina y de la acústica, un armonio y una armónica, lo que aportan un plus instrumental a su cariz folk.

Otros afortunados momentos de este segundo disco, casi todos, son:

“Friend Of A Friend”, con una guitarra que recuerda al “Unplugged” de Nirvana y concretamente a “About a Girl”. De su texto se sonsaca un homenaje a Kurt Cobain (“He says nevermind and no-one speaks”)

“Cold Day In The Sun”, un estimable power pop, cantado por Taylor Hawkins, en el que Foo Fighters parecen Big Star

“Razor”, tema que cuenta con una doble guitarra acústica ya que a Dave se le une de manera magistral Josh Homme, líder de Queens of the Stone Age.

La curiosidad del doble álbum es “Virgina Moon”, en donde Grohl se une con Norah Jones en plan Astrud Gilberto para interpretar esta bossa nova que bien podría firmar Antonio Carlos Jobim o Vinícius de Moraes.

Puntuación

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