• Por Antonio Méndez

green-day-uno-discosCrítica

En “¡Uno!”, primera entrega de una trilogía con cuenta en español, Green Day se dejan de ambiciones conceptuales y reúne canciones directas, enérgicas, melódicas, con letras sencillas y sonidos pop punk, bubblegum punk y power pop.

“Nuclear Family”, referencias a la familia típicamente feliz y tradicional en donde en apariencia no cabe la disfunción ni la riña (es decir poco normal), se trata de un corte intenso de exuberancia pop con dinámico ritmo y potentes guitarras.




“Stay The Night” tiene una intro lenta antes de un grato y melódico estallido power pop sobre soledad y fuga de amantes.
Ritmo urgente ramoniano con ecos también de Hüsker Dü.

De Horacio sacan el manido “Carpe Diem”… ¿no somos demasiado jóvenes para morir?… celebración tópica adolescente que mezcla a los Who con los Raspberries.
Similar a las Lolas de Tim Boykin.




Voz gritona en algún tramo de “Let Yourself Go”, punk pop con guitarras ametralladora para baile pogo en el estribillo… déjame en paz, deja de dar la vara…
“Kill The DJ” cambia el registro añadiendo ritmos funk mientras el trío ansía acabar con un pesado disc-jockey. Green Day al estilo del revival new wave de los Franz Ferdinand.

En “Fell For You” sueñan de forma romántica mediante resonancias melódicas power pop de guitarras enardecidas, volviendo al punk pop en “Loss Of Control”, pegadiza pieza con poses de locura y pérdida de control.

“Troublemaker” tiene influencias del rock 70s (resonancias de los Rolling Stones, T. Rex…) mientras que “Angel Blue” es otro corte punk pop tan potente como formulista.




Entre lo más destacado del disco se encuentra la dulzura que manifiesta la pieza romántica “Sweet 16”, el tema más pop del álbum dedicado por Billie Joe Armstrong a su mujer Adrienne.

Melancolía, nostalgia del pasado en “Rusty James”, rápido corte punk pop, y final rock (con ecos tanto de los Who como de Free en el riff) en la indiferente “Oh Love”.

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