• Por Antonio Méndez

lolas silver dollar sunday album reviewCrítica

Tim Boykin es un genio del power pop, un asesino de los amantes de la melodía, de las armonías, de los vibrantes ritmos.

Imposible no gozar de placer con sus magníficos discos en una carrera iniciada con el punk-power-pop de los Shame Idols y continuada por estos Lolas, en donde ha dejado una serie de espléndidos trabajos de pop guitarrero, tan vibrante en ritmos como pegadizo e imaginativo en sus arreglos y desarrollos melódicos.

Uno de sus discazos es este “Silver Dollar Sunday”, en donde sus brillantes composiciones muestran destellos de los Who, The Beatles, The Byrds, The Kinks, Ramones, The Beach Boys, Monkees, Raspberries o el bubblegum 60’s.




El infalible compositor de Alabama nos regala canciones de hedonismo power-popero con imbatibles melodías, estribillos adhesivos, voces magníficas e intensidad instrumental (siempre con una sección rítmica hipervitaminada).
Las influencias están en la Invasión Británica de los 60, el punk-pop de los Ramones, el power pop los Raspberries, los Who o el bubblegum de Ohio Express.

La energía del título homónimo “Silver Dollar Sunday”, con sus habituales armonías vocales, el efervescente jangle-pop a lo Byrds (con voces a lo Beach Boys) de la magnífica “Who Am I Talking To”, o el punk pop a lo Ramones de “See Yer Picture Too”, principian el disco de manera magistral y sin respiro ante tal avalancha de ritmo y calidad melódica.



“I Can’t Stand It”, fantástico power pop, tiene un riff estupendo que nos recuerdan a los Rolling Stones del “Jumpin’ Jack Flash” con ecos de los Beatles del “It Won’t Be Long” y las armonías de los Hollies.

El pop de “In My Car” posee un tempo frenético y constante con piano y resonancias de los Fab Four o la ELO, además de cristalinas guitarras repicantes a lo Byrds. Una maravilla de canción de esencia 60’s que anima a cualquiera.

La corta “Radio Dios” es un claro homenaje a los Who del “Sell Out” con espectaculares armonías vocales, guitarra a lo Pete Townshend y batería a lo Keith Moon; mientras que “The Only People in the World” es otra gema power pop con influencia de los Beatles.




“Dog a Pony Show” es otro ejercicio punk-bubblegum que mezcla a los Monkees con los Buzzcocks.
Si este tema no concede aliento el siguiente, “Wild Blood”, con guitarras jangle y una batería potente, no cesa en su elevado ritmo con una melodía fenomenal en otra canción de primer orden, como así también lo es “Silver Lakes”, de explosivo y festivo ritmo, (tremenda de nuevo la batería de Mark Reynolds), que combinado con las armonías y la gran melodía provoca una orgía sónica de pop poderoso.

En la pieza 11 se calma el tempo y aparece la primera y única balada del disco, “Long Time”, corte lento a lo Beatles que suena un pelín a los intentos de Oasis por parecerse a sus ídolos.



El disco finaliza con “The Summer Sun”, pasable versión de Chris Stamey; “You and Me”, una de las cumbres del álbum con mixtura entre los Beach Boys, la ELO y el “wall of sound” de Phil Spector; y “I Can’ Go Wrong”<7b>, intensa pieza power pop que revisita el tema de los Shoes para poner punto y final de manera sobresaliente a un gran álbum.

No hay en el mundo mejor power pop, ni con mejores composiciones, ni con su talla melódica, ni con su fuerza instrumental, ni con sus armonías vocales, que el de Boykin, sus Lolas y sus tres altamente recomendables discos.
Esperemos ansiosos el cuarto.