• Por Antonio Méndez

neil Young Psychedelic pill cover portada albumCrítica

Con “Psychedelic Pill”, Neil Young volvió a reencontrarse con Crazy Horse (Billy Talbot, Poncho Sampedro y Ralph Molina) en su vertiente más rockera tras incidir en su faceta country en discos previos.

Nostalgia, paso del tiempo o búsqueda espiritual en largos medios tiempos de ritmos y melodías hipnóticas, mareas de guitarras en distorsión en piezas jam con claves ácidas del período final sesentero, armonías vocales letárgicas… que nos traen a la memoria formas de LPs clave del maestro canadiense como “Zuma” o “Everybody Knows This Is Nowhere”.

Varias de las canciones duran más de 15 minutos, incluso la apertura, “Driftin’ Back” llega casi a la media hora. Ninguna aburre, todo lo contrario, empatizan con su temblorosa, intensa instrumentación, y su expresiva, ahora frágil, melancólica, más tarde jubilosa, alegre, de un Neil en reflexión y/o en memoria autobiográfica.

La citada “Driftin’ Back” tiene una intro folk acústica antes de inflamar con su habitual épica las guitarras eléctricas y evidenciar desde bases de psicodelia garajera la ascendencia de Young en el grunge y el noise rock… Estoy preocupado, no me escuchas, quiero soñar con tus sentimientos…

Otro de los temas largos del álbum es “Ramada Inn”, más de 16 minutos sobre una pareja madura (Pegi y Neil) que, desde una perspectiva estable de amor mutuo, ofrece pinceladas de una vida con los altibajos propios de toda existencia…. Ahora nos sentimos bien. El sol sale cada mañana. Espléndida canción.

Sigamos con las piezas más extensas del disco: “She’s Always Dancing” (8 minutos), con un comienzo a capela, es un relato rock psicodélico sobre libertad hippie de los 60 con el siempre vibrante trabajo guitarrero de Young con los Crazy Horse. Me gustaría andar como un gigante en el suelo pero me siento como una hoja movida por la corriente… “Walk Like A Giant” cierra con otra fenomenal jam rock en la que caben hasta silbidos.

Temas más cortos… En “Psychedelic Pill” nos presentan a una chica fiestera que no para de moverse, de bailar… Cada uno de sus movimientos son como píldoras psicodélicas… Hard rock lisérgico, directo, en esta “Cinnamon Girl” del siglo XXI.

“Born In Ontario” es un animoso country rock autobiográfico. También posee rasgos biográficos “Twisted Road”, canción la que Neil Young referencia a Bob Dylan (a través del tema “Like a Rolling Stone”) o a Roy Orbison (cuando vi por primera vez a Roy…), con citas también a Grateful Dead.

Lo más flojo del álbum es “For The Love Of Man”, balada con amor y espiritualidad cuyo sonido no pega en el conjunto de este satisfactorio disco.

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