• Por Antonio Méndez

Crítica

Un año después de “Goodnight Oslo”, Robyn Hitchcock volvió a reunirse con Peter Buck, Scott McCaughlin y Bill Rieflin para grabar como The Venus 3 este disco, “Propellor Time”, un notable álbum en donde se dan cita sus sonidos jangle pop con trazos psicodélicos, folk rock y country rock. John Lennon, Syd Barrett o los Byrds se muestran como las principales influencias del disco.

“Star Of Venus” es uno de los cortes más country rock del LP, a lo Wilco o Jayhawks con ascendencias de los Byrds. Retozonas guitarras tipo banjo combinadas con trémulas cuerdas y slide, armonías vocales y buen tacto melódico.

En el animoso medio tiempo “Afterlight” se muestran destellos de la Velvet Underground, mientras que “Luckyness” lleva la lisergia con theremin al pop de raíces (folk, country…) que evoca a Bob Dylan.

“Ordinary Millionaire” es una gema con rasgos abarrocados. Posee una sensibilidad pop sublime con una de las mejores melodías del álbum y una emocional interpretación vocal de Robyn. Las variantes melódicas son maravillosas y están a la altura de la gran época pop de los 60.

En “John In The Air” se tienda hacia la psicodelia de Syd Barrett con memoria también para John Lennon. La canción que titula el disco, “Propellor Time”, es un tranquilo corte de base acústica con énfasis en la atmósfera y un exquisito trato a los arreglos vocales.

robyn-hitchcock-foto-criticaUna guitarra acústica suena también en “Primitive”, balada con Hitchcock adoptando tonos graves arropado por cuerdas. Es un pasable folk pop psicodélico con uso de falsetes en armonías en el estribillo.

“Sickie Boy” es jangle pop melódico y rítmico con Peter Buck haciendo chispear su guitarra influenciada por Roger McGuinn. Suena como un cruce entre Big Star y Byrds.

“Born On The WInd”, con Buck en la mandolina, parece tomar prestado un riff de los Rolling Stones, concretamente de la gran canción “Let It Loose”, y el espíritu himno Beatles del “Hey Jude”.

Cierran Robyn y los tres de Venus este meritorio LP con “Evolove”, canción acústica con arreglos orquestales en la que Hitchcock remeda con acierto expresiones vocales y melódicas de Lennon, lo que ya es mucho remedar.