• Por Antonio Méndez

the hives disco criticaCrítica

Cuarto disco de los suecos The Hives, un bullicioso combo garajero que toma de los Rolling Stones, de los Stooges, de MC5 o de los Ramones, sin olvidar bandas del punk pop británico setentero, también la new wave y el post-punk, o del más o menos reciente garage nórdico, tipo Hellacopters.

Tras un buen puñado de discos (y algunos singles de excepción, como la fenomenal canción “Hate To Say I Told You So”) y aunque intentan tocar más palos de lo habitual ya se repiten demasiado (los recursos compositivos rebotan en las enérgicas pautas garage pop de siempre, encontradas tanto en sus discos como en muchos otros coetáneos que se recalcan sin sublimar la energía repetitiva exigida en la escritura, aunque festiva y divertida, con punzante sentido del humor o talla melódica de altura).


the hives discosNo obstante, y a pesar de que no trascienden demasiado del momento, contienen piezas aceleradas de valía con riffs incisivos y textos burbujeantes-machacones intrascendentes (emplean, desde naderías, bien la fonética para adherir al oyente a las melodías), como “Tick Tick Boom”, “Try It Again” o “You Got It All… Wrong”, canciones suficientemente briosas y dinámicas como para obviar su iteración rítmica y propulsar vitaminadamente al álbum en sus inicios.

“Won’t Be Long” es una de las más reconfortantes ofertas del conglomerado garage-pop-new wave del disco, mientras que en la autoreferencia “T.H.E.H.I.V.E.S.” se evaden un tanto de su propuesta más básica para arrimarse al disco-funk 70’s con falsete.
Parecen más que nada los Kool & The Gang.




Otras “rarezas” del disco (con referencia beatleiana en el título) son la electro-pop “Giddy Up”, que horada cerebralmente con su estribillo nuevaolero con influencia de los Talking Heads o Devo, y “Puppet On A String”, interesante pieza con coros siniestros y piano de espíritu cabaretero-gótico que nada tiene que ver con el tema homónimo de Sandie Shaw.