• Por Javier Platas

Crítica

Segundo disco grande de los Searchers, una de las bandas más importantes de la música británica de principios y mediados de la década de los 60.

De nuevo, como en su primer trabajo en formato LP, las versiones de famosos temas del rock’n’roll estadounidense regentan el contenido esencial de sus surcos.

El pegadizo tema propio “Sugar & Spice”, firmado por su productor y mánager Tony Hatch bajo el seudónimo de Fred Nightingale, se convirtió en un nuevo éxito comercial tras su abrupta entrada en el estrellato musical gracias a “Sweets For My Sweet”. La cara b del single, “Saints And Searchers”, fue escrita por los propios componentes.

Sus precisas y preciosas armonías a tres voces y su competente ejecución instrumental con toques folk-rock en canciones de amor y sobre todo desamor, sirven para disfrutar con complacencia temas como “Listen To Me” de Buddy Holly, “Unhappy Girls” de Carl Perkins, “Oh, My Lover” de las Chiffons, “All My Sorrows” de Glenn Yarborough o “Hungry For Love”, una rítmica pieza beat escrita por Gordon Mills (futuro mentor de Tom Jones) que había sido un notable triunfo en ventas para Johnny Kid & The Pirates.

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