• Por Antonio Méndez

the wombats the modern glitchCrítica

“This Modern Glitch” es el segundo disco grande de los Wombats, un trío de Liverpool formado por los ingleses Matthew Murphy y Dan Haggis y el noruego Tord Overland-Knudsen.

Sus principales raíces musicales están en la new wave, el post-punk, el tecno pop y el britpot de los 90, en especial Blur.

Lo más significativo de este proyecto es su observación cínica, ácida, sobre su entorno social, a pesar que disten mucho de compararse con lumbreras estilo Ray Davies.

Aciertan puntualmente en la creación rítmica y melódica con singles de mérito pero caen en cierto relleno monótono y coyuntural.




Con producción de Jacknife Lee y Butch Walker, el disco no comienza nada mal con “Our Perfect Disease”… no nos miramos a la cara, todos necesitamos a alguien que nos vuelva loco, ahora te necesito en todas partes…
Lamento tras ruptura con una mezcla rítmica entre el pop de sintetizadores de los primeros Depeche Mode, el dance rock de Franz Ferdinand y el nuevo romanticismo de Duran Duran.

“Tokyo (Vampires & Wolves)”… estoy enfermo de bailar con la bestia, si me amas déjame volver a ese bar de Tokyo…
Es un meritorio tema bailable con bases rítmicas disco-funk, coros ah ah ah.
Intenso dance rock.


Quieren adentrarse en la niebla como lugar de escapismo de una mediocre rutina diaria en “Jump Into The Fog”, medio tiempo de evasión con un estupendo estribillo, ritmos funk, ecos de Blur, trémolo, tramos fuzz.
Es uno de los mejores momentos del disco.

La balada “Anti-D”… permíteme ser tu antidepresivo… contiene arreglos orquestales con violines.
Balada bastante pesada, mejorable en melodía y texto.

Los Squeeze o XTC podrían firmar en algún disco de temas desechados “Last Night I Dreamt…”, electropop que gira sobre la redención de un egoísta cínico que sólo se mueve por interés.
Nada del otro mundo.


Murphy acompaña a una muer a un club londinense de música tecno-pop… nunca creí que podría convertirme en un fan del techno… Hombre de poca fe.
“Techno Fan” es el típico cruce entre el dance pop de huellas 80’s con la distorsión guitarrera en cópula post-punk/jangle pop que formulan muchas bandas de revival new wave y post-punk y que parecen sonar todas igual.
Por lo menos aquí añaden unos gratos pararararas femeninos muy 60s.

Memorias infantiles de primeros besos y ambientes adolescentes-estudiantiles en “1996”, olvidable balada ochentera.

“Walking Disasters” es un intento aburrido de sonar como New Order.



En la movida pieza new wave “Girls/Fast Cars” afirman que les gustan las chicas y los coches rápidos… Pues mire usted qué bien… Soy un hombre de gustos sencillos, ni whisky ni caviar…. A eso se le llama imaginación en la definición de humildad.
Prf…

El disco termina con “Shumacher The Champagne”, melódico electro rock con intro de cuerdas, un banjo en la parte rítmica, variantes en el tempo, armonías pomposas…
Pretenden crear humor y suenan en este fin como Weezer.

Disco irregular con alguna que otra canción disfrutable.