• Por Javier Platas

woods-city-sun-eater-in-the-river-of-lightCrítica

Los prolíficos Woods editan con este “City Sun Eater In The River Of Light” su noveno álbum de estudio en menos de una década, una cifra a la que no estamos habituados en los tiempos que corren y que viene a confirmar la inagotable fuente de creatividad de este quinteto neoyorquino.

Con producción del cantante y guitarrista Jeremy Earl y del bajista Jarvis Taveniere, el disco comienza con “Sun City Creeps”, sorprendente composición que combina con talento elementos jazz, reggae y soul y en donde disfrutamos del habitual falsete de Earl junto a burbujeantes punteos de guitarra y una sección de viento.




En “Creature Comfort” recuerdan a los Youngbloods en una fascinante pieza folk-pop de irresistible melodía con coros ‘lalala’ incluidos; mientras que en “Morning Light” nos deleitan con un delicado tema caracterizado por la utilización del pedal steel aportando ese tono crepuscular a esta maravilla que alcanza su punto álgido en un delicioso estribillo.

Un omnipresente teclado y una guitarra con efecto wah-wah son el fundamento sonoro de “Can’t See At All”, aceptable corte de pop-rock psicodélico con algún rasgo funk.



woods-grupo-fotosDe nuevo la psicodelia está muy presente en “Hang It On Your Wall”, la canción más breve del álbum que precede a la más experimental: “The Take”, una excelente amalgama de sonidos lisérgicos, soul y de nuevo jazz dentro de un sugestivo desarrollo instrumental con destacado protagonismo para guitarras y trompetas.

Este tramo central del disco es con diferencia el de mayor calado psicodélico, así lo vuelve a evidenciar “I See In The Dark”, gran canción de enajenada atmósfera en la que sobresalen un prominente bajo de Taveniere y el sensacional riff de guitarra de Earl.




“Politics For Free” es una auténtica joya pop y contiene seguramente la mejor melodía del álbum.

“The Other Side” es otro tema también caracterizado por su alto nivel melódico, cualidad sin duda enfatizada por el emocional falsete de Jeremy Earl.

El disco finaliza de manera extraordinaria con “Hollow Home”, un fantástico medio tiempo lleno de clase y distinción con guitarra wah-wah y con dulces coros arrullando una cálida melodía.
Un perfecto punto y final para un trabajo altamente recomendable.