Crítica

Ty Segall se ha convertido en uno de los músicos más fecundos y productivos del panorama rockero en los últimos años, editando notables discos cada dos por tres tanto en solitario como al frente de diferentes bandas (Fuzz, Ty Segall Band…).

Su último proyecto se llama GØGGS, un trío completado por Chris Shaw (cantante y ex-miembro de Ex-Cult) y Charles Moothart (acompañante de Ty en sus grupos Fuzz y Ty Segall Band). Entre Moothart y Segall se reparten buena parte de la tarea instrumental (guitarras, teclados, bajos y baterías) contando también con la inestimable colaboración de otros músicos como Cory Hanson, Denee Petracek y Mikal Cronin.

Este álbum de debut de homónimo título está producido por el propio Ty Segall y no defrauda en absoluto. Se trata de un sensacional trabajo en el que en menos de media hora de duración el trío estadounidense descarga toda su energía a través de diez temazos llenos de distorsión y contundencia que se mueven entre el garage rock, el hard rock, el punk, elementos hardcore, el noise y la psicodelia.

Es como si mezclásemos y agitásemos en una coctelera a Blue Cheer, Stooges, MC5, Black Sabbath, Motörhead, Ramones, Black Flag y Pixies. El resultado es un álbum excitante en el que la agresiva voz de Shaw y las guitarras sucias, directas y electrizantes interpretando riffs llenos de inspiración son las características fundamentales.

Y aunque la fórmula pueda resultar a estas alturas bastante manida y escasamente sorprendente, la calidad de las composiciones, la personalidad y la pasión con la que están ejecutadas, y el carácter unitario del conjunto, convierten a “GØGGS” en un trabajo totalmente recomendable, como todo lo que produce ese gran y prolífico personaje llamado Ty Segall.