Crítica
Primera producción de Ray Davies en un conjunto idílico de naturaleza conceptual y tonalidad melancólica, tan brillante en su labor melódica como en su aspecto lírico.
Al margen de las modas y corrientes sonoras que le rodeaban a ambos lados del Atlántico, Ray y sus compañeros de los Kinks continuaron su itinerario sardónico sobre sus congéneres y contexto social con esta maravilla bucólica denominada “The Village Green Preservation Society”, evocativo y pastoril LP de pop y rock con trazos cabareteros, psicodélicos (“Big Sky”) o blues (“Last Of The Stream Powered Trains”).
Es una crónica nostálgica sobre las costumbres y tradiciones británicas, una memoria de los paisajes, personajes y valores de un pequeño pueblo verdoso que componen el mejor y más subestimado disco de los Kinks.