Crítica

Arrojo melódico de apostura punk pero de esencia power pop, diversión a raudales en pegadizos textos y fortaleza rítmica (con un trabajo en el bajo realmente admirable) es lo propuesto por el grupo escocés The Rezillos en su único álbum en estudio, producido por Tony Bongiovi (colaborador de Ramones o los Talking Heads).

Las palpitantes voces de Fay Fife y Eugene Reynolds, el efervescente trabajo instrumental y unos temas que buscan recuperar la condición de canciones beat, directas y contagiosas, de mediados de los 60 pero a un ritmo hiperfrenético, son los cimientos sónicos de esta banda.




Las versiones de Gerry & The Pacemakers (“I Like It”) y The Dave Clark Five (“Glad All Over”) se complementan con excelentes piezas propias (compuestas casi en su totalidad por el guitarrista Jo Callis, de nombre “artístico” Luke Warm), canciones de la talla de “Flying Saucer Attack”, “Top Of The Pops”, “2000 A.D.”, “I Can’t Stand My Baby”, “(My Baby Does) Good Sculptures”, “Getting Me Down” o “Cold Wars”.