• Por Antonio Méndez

Crítica

Gran disco debut de Stephen Stills en solitario publicado tras sus valiosos trabajos en Buffalo Springfield y en paralelo a su exitosa colaboración con Graham Nash, David Crosby y (en ocasiones) Neil Young.

Este LP redunda en las andanzas acústicas y armonías vocales que conforman los cimientos del cuarteto citado, otorgando desde un característico sonido folk-rock de rasposa vocalidad mayor protagonismo al blues, una de las pasiones de Stills que marca las bases de estupendos cortes como “Black Queen” o “Go Back Home”, tema en el que colabora Eric Clapton.

De ritmos calmados, este álbum homónimo va desplegando maravilla tras maravilla comenzando por el fenomenal single “Love The One You’re With” (número 10 en USA) y continuado por “Do For The Others”, un hermoso y triste tema sobre la aflicción del desamor.

La belleza melódica continúa en el corte gospel “Church (Part Of Someone)” y la electricidad de la guitarra de Jimi Hendrix junto al órgano del propio Stills crean la magnánima pieza autobiográfica “Old Times, Good Times”.

En “Sit Yourself Down”, canción folk-pop de aromas hippies, cuenta con la colaboración vocal de John Sebastian (Lovin’ Spoonful) y Mama Cass (The Mamas & The Papas); en “Cherokee” presenta a Booker T. Jones en una magnífica utilización del órgano; y en “We Are Not Helpless”, con la ayuda de Ringo Starr a la batería, crea una armoniosa textura folk de espíritu gospel.

Es difícil decantarse por una canción en particular de esta obra maestra, pero la hechizante “To a Flame”, preciosa balada soft rock que cuenta de nuevo con las baquetas de Ringo, atmósfera muy Neil Young y sublimes arreglos del turco Arif Mardin, permanecerá como uno de los momentos álgidos de la carrera de este estupendo músico.

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