• Por Antonio Méndez

johnny-marr-the-messenger-portada-discosCrítica

Johnny Marr, uno los dos nombres clave de los Smiths (el otro evidentemente es Morrissey), publicó con “The Messenger” su primer disco acreditado como solista después de grabar con proyectos muy diversos al margen de los citados Smiths: Electronic, The Cribs, Johnny Marr & The Healers…

El álbum comienza con “The Right Thing Right”, corte que mezcla el rock de los Who con el sonido pop de influencias soul de The Style Council. Exuberante, intenso ritmo, que prosigue con “I Want The Heartbeat”, canción de tono oscuro, psicoparanoia guitarrera con ecos post-punk. Buen tema.




“European Me”… libre, libre, estaba fuera pero ahora tengo un sitio al que ir… es una canción más tranquila. Conviven guitarras acústicas y eléctricas con resonancias claras del “Just Like Heaven” de los Cure.

“Upstarts” mezcla de forma satisfactoria el power pop con la new wave de Stiff Records.

“Lockdown” genera envolventes mareas guitarreras en un rock melódico.

“The Messenger”, el tema que titula el álbum, es una delicia jangle pop.

“Generate! Generate!” es un corte que podrían cantar los revivalistas new wave Fraz Ferdinanz, al igual que “Word Starts Attacks”.




“Say Demesne” es una balada atmosférica con cruce entre U2, Echo & The Bunnymen y The Mission, mientras que “Sun & Moon” exhibe su lado garajero con sonidos fuzz y pegadizo riff.

El medio tiempo “New Town Velocity” es un melancólico jangle pop con una intro similar al “Sister Golden Hair” de America y un tono ligero, elegante, muy agradable.

Lo más flojo de este álbum de fácil escucha es “The Crack Up”, pop de FM ochentera que podría entrar en el catálogo de Wax, Wet Wet Wet o Johnny Hates Jazz… Prff.