Dirección: Pedro Almodóvar.
Intérpretes: Antonio Banderas, Victoria Abril, Loles León, Francisco Rabal.
Con guión de Pedro Almodóvar (“La Ley Del Deseo”).
Sinopsis
Ricky (Antonio Banderas), recién salido del psiquiátrico, tiene como objetivo secuestrar a la actriz Marina Osorio (Victoria Abril), que ha terminado de rodar una película de serie B dirigida por Máximo Espejo (Francisco Rabal).
Crítica
Victoria Abril trabajó por primera vez con Pedro Almódovar en esta mezcla de drama sexual y humor negro con Antonio Banderas obsesionado con ganarse los favores amorosos y sexuales de la citada actriz.
La historia no es nada original, ya que, junto al retrato con topicazos del desgraciado arrastrado por sus pasiones y la arbitrariedad “feliz” del síndrome de Estocolmo, parece inspirarse en el vínculo enfermizo entre Terence Stamp y Samantha Eggar en “El Coleccionista”… dramático; con ecos también de “Bus Stop”, con Don Murray emperrado en casarse con Marilyn Monroe… cómico.
Sí que es destacado el colorido, el gusto visual del autor inherente a su talento narrativo; el pintoresquismo de sus personajes urbanos, con algún toque surreal; la intensidad de la trama; las interpretaciones de todo el reparto; y los guiños cinéfilos, sea a “La Invasión De Los Ladrones De Cuerpos”, a Jean Cocteau, a la screwball comedy clásica o a Alfred Hitchcock vía Bernard Hermann.
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