Dirección: David Leitch.
Intérpretes: Ryan Reynolds, Josh Brolin, Julian Dennison, Morena Baccarin.
Secuela de “Deadpool” (2016). Con guión de Rhett Reese, Ryan Reynolds y Paul Wernick (“Deadpool”, “Life (Vida)”).
Sinopsis
Wade Wilson/Deadpool (Ryan Reynolds) planea formar familia con su pareja, Vanessa (Morena Baccarin), que es asesinada por el criminal Sergei Valishnikov (Thayr Harris). Destrozado por su muerte y sintiéndose culpable, Deadpool termina siendo trasladado a la academia de mutantes para que se una a los X-Men y se olvide del dolor que sufre por la pérdida de Vanessa. Su primera misión es convencer a un adolescente mutante, Russell Collins (Julian Dennison), para que desista de prender fuego al orfanato en el que reside. Después de un altercado con las autoridades, Wade y Russell son enviados a la prisión de mutantes, lugar al que llega desde el futuro el mercenario Cable (Josh Brolin) para capturar a Russell. Deadpool intentará protegerlo creando un nuevo grupo de mutantes al que llama “X-Force”.
Crítica
Ryan Reynolds en su personaje más cachondo, el de Deadpool, un antihéroe Marvel gustoso de métodos ortodoxos en una historia de comedia negra de acción y fantasía.
Esta secuela prorroga el tono desenfadado, paródico… de la primera película, con un protagonista central achulado en combinación con un conjunto singular de secundarios.
Se rompe a menudo la cuarta pared, se utilizan muchas referencias pop y algunas canciones populares (AC/DC, A-Ha…), en ocasiones disonantes, para aligerar la constante violencia de una trama con claves de salto temporal, trabajo en equipo, sacrificio, posibilidad de cambio, denuncia de maltrato infantil…
La película es simpática, muy dinámica, tiene mayor fondo emocional que otras propuestas más sesudas, y Reynolds está espléndido en su papel.
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Ryan Reynolds
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